Llueve sobre mojado en la industria discográfica: los españoles se gastaron en discos durante el 2008 un 12,5% menos que en el ejercicio anterior. El descenso de las ventas que se ha ido acumulando desde el 2000 supera ya el 64%. O dicho de otro modo: de cada tres discos que se despachaban, ahora se vende solo uno. La situación en España, para más inri, es aún más alarmante que la del resto de países, según hizo público ayer la asociación de productores Promusicae en el informe anual del 2008.

Desde el 2001 y de forma consecutiva, el disco va perdiendo cuota de mercado, mientras que el salvavidas de las descargas digitales sigue sin cuajar: las ventas on line representan el 20% del total en el mercado internacional, mientras que en el español solo alcanza el 11,5%.

En el 2000 las ventas de discos superaron en España los 600 millones de euros. Los españoles se gastaron en el 2008 225,2 millones de euros en música grabada en soportes físicos (en el 2007, 257,01 millones). Es decir, el descenso en la facturación ha sido de casi 32 millones de euros.

MEJORIA INSUFICIENTE Si bien es cierto que las ventas en formatos digitales han ascendido de 27 a 29,2 millones de euros (un 8% más), se trata de una tímida mejoría que no palía el descalabro en las ventas de soportes físicos. El ritmo de crecimiento del mercado digital en España es muy inferior (menos de la mitad) al que se registra en el cómputo internacional.

La Federación Internacional de Productores Fonográficos hizo públicas el viernes las cifras globales correspondientes al mercado on line en el 2008. Las ventas de canciones sueltas a través de plataformas como iTunes y Nokia Music Store se incrementaron en un 24% respecto al 2007, mientras que las descargas de discos completos crecieron en más del 36%. Y mientras que las compañías discográficas europeas y americanas ingresan uno de cada cinco euros a través de las descargas por internet, sus homólogas españolas solo captan uno de cada diez.