Se le llama venta en caliente porque la emoción del momento impulsa a comprar. Y en el ámbito de la música en directo en España el fenómeno es tan reciente como exitoso. Consiste en llevarse a casa (en compacto y pendrive) el audio del concierto que se acaba de ver. Como quien se lleva la foto de los novios al final del banquete. Atrás quedan los tiempos de los esperados lanzamientos del disco en directo que consagraban a una banda, ayudaban a un grupo a cumplir (o cerrar) el contrato con su discográfica o a superar un periodo de sequía creativa. En las recientes actuaciones de Supertramp y Mark Knopfler en el Palau Sant Jordi había colas considerables para llevarse esta grabación a modo de suvenir.

"A lo mejor si esperas unos días te pensarías dos veces pagar 25 euros por este material, pero cuando estás con el subidón es fácil dejarte llevar", razona Josep Coll, abogado y director del congreso Simba, el Seminario Internacional de Música de Barcelona, que ya analizó el tema en su última edición.

El caso es que no solo se puede adquirir este álbum en directo que se acaba de grabar, sino todos los de la gira que el conjunto está realizando. A través de la web oficial de Supertramp, por ejemplo, es posible comprar cualquiera del tour europeo que está realizando la banda.

"Francia ha sido el primer país europeo en hacerlo. La idea es brutal. Y más allá de la calidad del compacto, porque no hay posproducción y lo que te llevas es lo que se ha podido mezclar durante el mismo directo, lo importante es que te vas con ese recital que te ha gustado", añade Coll, que también lidera el grupo Sin Papeles, una banda con la que ya ha sorteado la crisis discográfica con otras estrategias.

Según Carlos López, presidente de Sony-BMG España, la venta de discos en caliente tiene un claro factor emocional. "Quieres formar parte de ese momento; quieres tenerlo". Explica que se plantearon con Pereza utilizar este sistema, pero "algo falló en el último momento".

"Recuerdo --añade López-- que vino una compañía inglesa a explicarnos el sistema: montan un tráiler en la puerta con un estudio de grabación, sacan de la mesa el sonido, ponen de portada una foto del día y copian los compactos al momento. Y la idea es hacerlo en los próximos conciertos que dará Dani Martín en su gira en solitario". Pero no siempre las compañías discográficas se benefician de lo que se vende a pie de concierto, ya que el propio conjunto maneja el negocio. "Nosotros, al ser un soporte fonográfico, siempre que se respete el contrato que tienen con el sello del que depende estamos a favor", suspira.