Víctor Chamorro me recuerda a las tierras hurdanas, cargadas a lomos de mulas para hacer fértiles los bancales, en esa lucha del hombre por su supervivencia en un mundo hostil; porque desde que leí sus 'Hurdes, tierra sin tierra', no he dejado de seguirle. El se define como un escritor de la generación del "limbo", "que llegó siempre tarde a todo", pero no es cierto, tal vez al contrario. Nació en Monroy, aunque hoy tiene su residencia en Hervás, después de años de magisterio en Madrid. Dos veces finalista en el premio Planeta, en 1963 y 1964, ha ganado innumerables galardones, entre los que destacan el Urriza, que ganó con 'La venganza de las ratas', o el Ateneo Jovellanos, que ganó con 'El seguro'. De sus treinta y seis obras publicadas destacan, además de las ya mencionadas, 'Sin Raíces' (1971), 'Guía secreta de Extremadura' (1976), 'Extremadura, afán de miseria' (1979), 'Por Cáceres de Trecho en Trecho' (1981), 'Historia de Extremadura' (1981-1984) en ocho volúmenes, 'El muerto resucitado' (1984), 'El Pasmo' (1987), 'Reunión Patriótica' (1994), 'El pequeño Werther' (1997), 'La hora del Barquero' (2002), con la que ganó el prestigioso premio Café Gijón y 'Erase una vez Extremadura' (2003).

Pero ahí no queda todo, a su labor de escritor ha unido la de periodista, con colaboraciones en distintos diarios nacionales, lo que le llevó a ganar el premio Dionisio Acedo en 1988 con su inolvidable artículo 'Cráteres en la memoria'. Por todo ello, Víctor Chamorro es un escritor imprescindible y uno de los mitos vivos de las letras extremeñas.

--¿Por qué merece la pena escribir?

--Se pasa bien y se llega a un pacto honrado con la depresión.

--Prosa o poesía y por qué.

--Intento una prosa poética, no una poesía prosaica.

--¿Cuándo sientes la necesidad de plasmar en papel tus sentimientos?

--No hay horario.

--Un momento de tu vida que ha marcado tu obra.

--Cuando Teresa, con trece años, me dijo que se había comprado una Olivetti para escribirme.

--Elige una de tus obras y explica el motivo.

--Todas forman un solo corpus. El motivo, ganar tiempo.

--¿Escribir es un intento de inmortalidad?

--Eso me creí yo para sacar fuerzas y resistir.

--Un autor que haya influido especialmente en tu obra.

Soy muy deudor de Kafka.

--¿Cómo te gustaría que te recordaran?

--Leyéndome.

--Una reflexión ante la vida.

--Si es corta, hagámosla más larga. Si es estrecha, más ancha. Si es superficial, más honda. Con libros.

--Una anécdota divertida.

--En una firma de libros una mujer me llevó 'La Venganza de las ratas' y la Biblia para que se los dedicara. Yo le advertí que no había escrito la Biblia y me dijo que le daba lo mismo.

--¿El escritor debe estar al margen de la política o la escritura puede ser un arma de compromiso político?

--Primero un lector necesario y de él saldrá un escritor con una sobrecarga crítica contra el poder del signo que sea.

--Un recuerdo de la infancia.

--Cuando quise ser Zarra.

--Un viaje que haya sido inolvidable.

--De púber recorrí con Salgari toda la India.

--Un lugar donde reposar para siempre.

--En los libros que Teresa y yo hemos escrito.