La basílica del Real Monasterio de Yuste se llenó ayer para acoger una actividad literaria. Se trataba de la presentación del libro La salud de Carlos V y para arropar a su autor, Víctor Guerrero Cabanillas, se desplazaron hasta Cuacos de Yuste representantes de distintos colectivos sociales, familiares, alcaldes, amigos y conocidos del también médico (ahora está jubilado), que llegados de diversos puntos de Extremadura, especialmente de Villanueva, Cáceres y La Vera, no quisieron perderse el acto.

En el turno de intervenciones hicieron uso de la palabra, entre otros, los consejeros de Cultura y Agricultura, Francisco Muñoz y José Luis Quintana, respectivamente, el director de la Fundación Academia Europea de Yuste, Antonio Ventura Díaz Díaz, el prior de la comunidad jerónima que rige los destinos del cenobio, fray Francisco de Andrés, y el también escritor extremeño Jesús Sánchez Adalid, quien presentó el trabajo de Guerrero.

UN LIBRO NECESARIO Todos coincidieron en señalar que La Salud de Carlos V , editado con el apoyo de la Consejería de Cultura, la Fundación Academia Europea de Yuste, las diputaciones de Cáceres y Badajoz y la caja de ahorros de esta última ciudad, "era un libro que faltaba" a la hora de estudiar los diversos aspectos de la vida del emperador carolino, "además de ser ameno", no por ello exento de rigor científico, destacaron.

Sánchez Adalid recalcó además la enorme labor social desarrollada por Víctor Guerrero, mientras que Francisco Muñoz dijo de la obra que "camina en el filo de la navaja, entre lo que podríamos llamar un determinismo genético mental y los males fisiológicos", que aquejaron a Carlos V, hasta provocar su muerte en Cuacos de Yuste.

El acto estuvo conducido en todo momento por la esposa del autor, la periodista Nieves Moreno, y concluyó con un vino español, servido en los bajos del palacete donde murió Carlos V el 21 de septiembre de 1558.

Previamente, Guerrero dijo a los periodistas que el emperador hispano-alemán "fue un mal enfermo, que murió de paludismo", además de ser un gotoso, asmático, que había padecido de ictericia y tenía una diabetes de tipo dos, junto con otros males psíquicos. Algunas de estas enfermedades tuvieron una trascendencia fundamental en determinados hechos históricos acaecidos durante el mandato del Emperador de los Austrias.