El mundo está lleno de personajes de ficción, de los que uno se pregunta si realmente son así o algún irónico se los inventó. Entre mis preferidos están Tom Cruise, Carmen Martínez-Bordiú y Paquirrín, aquel olfateador de tendencias que anticipó 15 años la vuelta del chándal. No sé si Nostradamus hizo alguna profecía sobre la semana en que esta trinidad se manifestara al unísono. Deberíamos ir collando las casas. No sea que el cielo se sienta atraído por tanto talento y nos caiga encima un meteorito.

Primero está el tema de la placenta de Katie Holmes, que ha centrado el debate planetario en qué es mejor, si comerla con tomate o zarzaparrilla. Sin embargo, gracias a Cruise, cada vez sabemos más sobre la Cienciología, que mezcla con el rigor de Marujita Díaz prácticas naturistas (tipo ingestión de la placenta) con un psicoanálisis de ufología.

Se ve que el auténtico dogma (y va en serio) de la secta afirma que todos sufrimos los recuerdos traumáticos ya no del útero, sino de unos alienígenas, los llamados tethans, que fueron asesinados en la Tierra hace millones de años por Xenu. La recompensa de la cienciología a este pecado original es que nos limpia de estas almas en pena y de sus recuerdos del jurásico-galáctico.

Lo raro de todo esto es que alguien se lo crea, sobre todo si ese alguien (como Cruise) no ha oído hablar de Carmen Martínez-Bordiú, que a veces nos hace sospechar de que sí tenemos un pasado extraterrestre. "Ahora me caso como persona adulta --dice en el ¡Hola!, a sus 55 años--. Como soy creyente, quiero hacerlo con todas las de la ley, pero de la ley divina, no de la humana". Para que Dios la case guapa, la nieta de Franco irá vestida por Christian Lacroix.

De los talleres del modisto francés no salió, precisamente, el traje de primera comunión que llevó Paquirrín, que ha salido de procesión. Lo ha hecho con la Hermandad del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, a las que podría sumar el resbalón de su entrevista contra Julián Muñoz, novio en funciones (o no) de Isabel Pantoja. En ella, como glosa Diez Minutos, dice que su "madre es la que trabaja", que a él no lo irá a ver a la cárcel y que Encarna Sánchez "fue una amiga de su madre".

Algún día descubriremos que Paquirrín, como la Bordiú, tiene contratado a un irónico guionista.