Todas las voces de la realidad vasca actual tienen su espacio en La casa de mi padre , la ópera prima del donostiarra Gorka Merchán, que ha concentrado en hora y media gran parte de lo que lleva ocurriendo en las calles de Euskadi y en el corazón de los vascos desde hace varias décadas.

"No he querido contar nada nuevo, pero sí dar ese pequeño lugar a todos", aseguró Merchán tras la proyección de la película, programada en la sección del Día del Cine Vasco del Festival de San Sebastián y protagonizada por Carmelo Gómez, Juan José Ballesta, Verónica Echegui y Emma Suárez.

Este es el segundo título que aborda el problema vasco en el Festival de San Sebastián, tras la polémica Tiro en la cabeza , de Jaime Rosales, que recrea el asesinato de dos guardias civiles.

Merchán espera que estos dos filmes abran las puertas a otros, pues considera que "una parte para solucionar los problemas es ponerlos encima de la mesa" y con este "tema tabú" piensa que no se ha hecho lo suficiente.

En el filme un industrial vasco amenazado que se marchó tras negarse a pagar el llamado impuesto revolucionario, vuelve diez años después a su tierra para despedir a su hermano moribundo, cuyas ideas políticas están en las antípodas de las suyas. A partir de ahí aflorarán los sentimientos, que cada personaje vivirá de forma distinta, desde el sosiego al odio, mientras en las calles de Euskadi se queman cajeros y autobuses, ETA comete varios atentados, se homenajea a un preso muerto en la cárcel y se hostiga a un periodista con pancartas ante su casa.