Al jefe de la policía criminal de Berlín Ernst Gennat, pionero en acuñar el término asesino en serie en los años 20 y 30, muchísimo antes que el FBI, se le debe también el concepto de "pez mojado", que en la jerga interna sus subordinados asociaban a "un caso sin resolver". De ahí Der nasse Fisch , el título original de Sombras sobre Berlín (Ediciones B), primer volumen de una serie negra que descubre (con permiso de Philip Kerr y su Bernie Gunther) a un nuevo investigador literario en el Berlín prenazi: un mentiroso Gereon Rath.

Su autor, el periodista y escritor alemán Volker Kutscher (Lindlar, 1962), tiene previstos ocho volúmenes, cada uno ambientado en un año, de 1929 a 1936, y tras vender 120.000 ejemplares del primero acaba de publicar en su país el tercero.

El "pez mojado" al que se enfrenta el comisario Rath en el Berlín de 1929 es el brutal asesinato de un ciudadano ruso, un trasfondo que le permite al autor "hablar de la colonia de inmigrantes rusos y de la riquísima nobleza de Rusia, con todo su oro". Kutscher refleja "un mundo oscuro" que confiesa que le fascina: el de los bajos fondos, la policía corrupta, el crimen organizado, la pornografía... "Me gustan las películas americanas de gánsteres de los años 20 y 30 --explica-- y aunque en Alemania no teníamos esas mafias sí había una organización, la Ringverein, que en teoría ayudaba a reintegrar delincuentes en la sociedad pero que en realidad era una tapadera de crimen y corrupción". Y de drogas. "Había mucho tráfico y heroinómanos, entonces morfinómanos. La cocaína era la droga de moda en las fiestas y clubs nocturnos. Había una sensación de libertad, resultado del final del Imperio del káiser Guillermo II. Las mujeres fumaban, salían de noche solas, querían tener una carrera...".

Kutscher admite que sus libros reflejan "la gran pregunta": "¿Por qué Alemania, que en esa época era una democracia, un país civilizado, acabó teniendo aquella dictadura?". Pero insiste en que no pretende retratar la historia sino volcarse "en el punto de vista de las personas que viven sin saber que el 30 de enero de 1933, cuando Hitler se convierte en canciller, será el inicio del III Reich".

Con Rath, "un extranjero en Berlín, llegado de la católica Colonia", Kutscher ha huido "del personaje a lo Bogart y algo chulesco del detective Gunther de Kerr". "No me gustan los héroes perfectos. Rath tiene defectos, miente mucho y tiene una ambición enfermiza porque quiere demostrarle a su padre que es un buen policía. Por ello usa métodos no del todo legales". Eso sí, "no se deja corromper".