Cuando un actor aparece vociferando el tipo de gritos entusiastas que se oyen tras el himno en los estadios de EEUU; cuando se pone a presentar al reparto de la película con frases en español del estilo: "Aquí la caliente Eva Mendes" (le falló la traducción literal: es de suponer que quiso decir la guapa), y cuando acto seguido se levanta para estampar un prolongado beso interlabial a una reportera que se ha puesto casquivana --la famosilla Rocío Madrid, de Crónicas Marcianas --, queda claro que la presentación tomará derroteros poco convencionales.

Will Smith convierte todas sus comparecencias de prensa en un gran circo unipersonal. Ayer mantuvo la línea y desplegó su permanente estado eufórico en Barcelona durante la promoción de Hitch , una comedia romántica que se estrena el viernes en España. La película, en la que Smith interpreta a un maestro del ligue, arrasa en las taquillas de EEUU. En 3 semanas ha recaudado el doble que Million dollar baby en 11. Un pastón.

Podría decirse que, a la vista del taquillazo, tanta alegría como se vio ayer en el acto de Barcelona estaba justificadísima. Pero con Will Smith y su expansiva personalidad, hasta con un fiasco a cuestas el show está garantizado. "Me gusta que la gente se divierta. Para mí, es importante hacer reír a la gente y que pase un buen rato. En todo lo que hago pienso siempre en cómo darle un giro cómico. Me considero ante todo un showman ".

SIMPATIA Está claro que nadie puede pretender seriamente llevarle la contraria en este punto. Su simpatía es avasalladora y siempre parece estar de un humor excelente. Puede resultar estomagante. Suele ocurrir con las personalidades tan efusivas. Pero el director Andy Tenant y los intérpretes Eva Mendes, Amber Valletta y Kevin James, que le escoltaban en la rueda de prensa, dieron la sensación de pasárselo muy bien con él.

"A nadie le gusta ser Will Smith más que a Will Smith. Y nadie trabaja tan intensamente como él", comentó Tenant. "Rodamos seis meses en Nueva York y su nivel de energía fue altísimo. Eso resultó contagioso y benefició al rodaje".

Le preguntaron por el Oscar de Morgan Freeman y sobre todo el de Jamie Foxx, amiguete suyo. "Ha crecido mucho como actor. Todos los actores de color estamos creciendo". Y, ufano él, gritó en español: "¡Vivan los negros!".