"Buenas noches, soy George Clooney". Con estas palabras, un humor a prueba de bomba y sin temor a criticar a los gobernantes actuales, el realizador norteamericano William Friedkin, uno de los más aclamados de la década de los 70, se presentó a sí mismo en el Festival de Venecia para recoger un León de Oro que reconoce toda su carrera.

El director defendió 'El exorcista', posiblemente la más conocida de sus películas junto a 'French connection', por la que ganó un Oscar al mejor realizador, aunque él personalmente de todos sus trabajos prefiere 'Carga maldita'. Afirmó que como espectador le gusta más ver cine clásico antes que lo que se está haciendo en la actualidad -pero destacó las películas de los hermanos Coen- y aseguró que si los países se siguen amenazandose unos a otros, el mundo puede estar "al borde de la desaparición". E hizo hincapié en la importancia del cine, en su necesario papel para mostrar cómo está el mundo y cómo debería cambiar.

"Las naciones no pueden vivir aisladas, tienen que encontrar la forma de respetar las otras culturas (....) Estados Unidos amenaza Siria, Israel a Irak, los rusos...todo el mundo amenaza a todo el mundo". Esa situación le recuerda al director la segunda guerra mundial, "pero ahora hay armas nucleares", resaltó. Y por primera vez en la historia, un solo hombre "puede acabar con la civilización tal y como la conocemos", agregó.

Es ahí donde el cine tiene una función, la de ayudar a buscar la manera de convivir. Para el realizador no existen superhéroes que nos puedan salvar, sólo gente corriente, por lo que consideró que la única solución posible pasa por "la aparición de un Gandhi o un Martin Luther King jr." y por entender que "Estados Unidos no puede actuar como la policía del mundo".

A sus 78 años que cumple exactamente hoy viernes, el veterano realizador no ha dado muestras de querer abandonar el cine. Hace solo dos años presentó en el Festival de Venecia, 'Killer Joe' que obtuvo muy buena acogida y quiere seguir trabajando aunque siempre fuera del ámbito de los grandes estudios, que nunca financiarían los proyectos que tiene en mente. "Tienes que tener a alguien que mata vampiros o zombis. No quiero hacer eso y ni siquiera quiero verlo, para ser honesto", señaló el director, que recordó que los estudios ni siquiera querían financiar 'El exorcista'.

Friedkin, que dedicó una broma a cada periodista que le hacía una pregunta, calificó a Hollywood de ser un gran casino -"y que conste que no he dicho prostítulo", añadió - y criticó los enormes presupuestos que se destinan a unas pocas películas.

De su carrera recordó lo duro que fue trabajar con Gene Hackmam en 'French Connection', en 1971, porque el papel del actor era muy complejo y él tuvo que actuar como un psicólogo, pero también las penurias pasadas en el rodaje en Surámerica de 'Carga maldita' , seis años más tarde, donde al menos 50 personas del equipo enfermaron de malaria, sufrieron gangrena y otros problemas de salud.

Y se mostró aún fascinado con el misterio y el poder de la fe, tema central de 'El exorcista' (1973). "Millones de personas siguen creyendo en las palabras de una persona que vivió en Jerusalén y de la que no se conserva ningún texto escrito. Creo que es extraordinario", aseguró.

Todas esas películas que han llevado al Festival de Venecia a otorgarle el León de Oro a toda una carrera para reconocer "su inmenso talento", como afirmó hoy el director del Festival, Alberto Barbera. Friedkin "ha contribuido de forma destacada -su revolucionario impacto no ha sido siempre reconocido- a la profunda renovación del cine americano calificado como el nuevo Hollywood".

Para Barbera, Friedkin "dinamitó las reglas del rodaje documental en varios trabajos para la televisión que fueron trascendentales por su seco, duro e impredecible punto de vista, y más tarde revolucionó géneros populares como los policíacos o terror básicamente inventando los éxitos de taquilla con 'French Connection' y 'El exorcista'. Es el director de película adelantadas a su tiempo, como 'Carga maldita' (1977), 'A la caza' (1980), 'Vivir o morir en L.A.' (1985) y 'Jade' (1995), algunas de las cuales solo más tarde fueron consideradas como auténticas obras maestras".

Frieedkin ganó su único Óscar al mejor director en 1972 por "French Connection", que también se llevó el premio a la mejor película, el mejor actor para Gene Hackman, mejor montaje y guión adaptado. Dos años después recibiría otra nominación a la mejor dirección por 'El exorcista', que solo se llevaría dos Oscar -sonido y guión adaptado- de los 10 a los que optaba.

Revolucionario en el uso de efectos especiales -solo hay que recordar la cabeza giratoria de Linda Blair en 'El exorcista'- tuvo una carrera irregular y totalmente independiente. El balance es importante: un Óscar, dos Globos de Oro, un premio de los directores americanos y ahora un León de Oro especial, un galardón que recogerá la noche del viernes en una ceremonia en la que posteriormente se proyectará una copia restaurada de 'Carga maldita'.