El Womad más incierto y el que más roces ha provocado entre los organizadores ha sido, a tenor de las cifras, un éxito de público, de música y de inyección económica para la ciudad. Parece como si miles de womeros hubieran lanzado un mensaje claro a la organización: entendimiento. La XIII edición del Womad demuestra el axioma de que las crisis son síntoma de crecimiento.Si el año pasado 80.000 personas participaron en el festival, en 2004 la cifra se ha rebasado con creces. La fiesta interracial y musical arrancó el miércoles con timidez: no llegaban a 5.000 las personas que se movían entre los talleres de San Jorge y la plaza Mayor. Pero el jueves, Cáceres se mostraba rebosante y espectacular con 8.500 personas llenando la plaza Mayor y otro tanto pululando entre puestos, talleres, bares, calles y plazas de la parte antigua.Las cifras que facilitaba la policía municipal permitían aventurar que el viernes, el Womad movilizaba a 50.000 personas, cifra que se repetía corregida y aumentada el sábado para decaer el domingo, jornada de conciertos tranquilos en el Auditorio, fiestas techno hasta la sobremesa y recogida de tiendas y equipajes. Con estos datos, no es arriesgado aventurar, a falta de cifras oficiales, que el Womad 2004 ha atraído una multitud superior a las 100.000 personas.UNA SONRISA Hay más datos que explican esa sonrisa que se dibujaba en el gesto de los organizadores extremeños y en el semblante de hosteleros y tenderos del centro de la ciudad. Así, la estación de autobuses era un hervidero de mochileros que pugnaban en la tarde del domingo por coger unas líneas de autobuses que llegaron a sextuplicar las expediciones a Cáceres durante el festival.En el cámping se batía el récord de tiendas y caravanas con cerca de 1.200 al amanecer del domingo. Es también llamativo el número de entradas vendidas para los conciertos: 15.000 en dos días. Mientras tanto, las cifras que mostraban algunos hosteleros de la plaza y aledaños a EL PERIODICO EXTREMADURA eran elocuentes: durante los días del Womad tienen unos ingresos de entre 9.000 y 14.000 euros. "Después de Semana Santa, es la segunda mejor época del año", confesaban.De las tiendas de alimentación y de las multitiendas no hay cifras, pero las colas que se formaban ante sus mostradores permitían adivinar lo que representa el Womad para el comercio minorista de la zona centro. Y todo ello a pesar del frío. "La temperatura ha frenado la venta de bebidas", reconocía el propietario de un bar de la plaza.GRUPOS EXTREMEÑOS En cuanto al apartado artístico, entre el miércoles y el domingo han pasado por Cáceres 24 grupos consolidados de 12 países, 15 conjuntos extremeños, seis pinchadiscos (dj's), una orquesta sinfónica, un grupo de teatro y una exposición, además de celebrarse varios talleres y fomentar 46 deportes diferentes de 14 países. También brillaron la docena de grupos que han actuado en el Womad paralelo del espacio cultural Aldana y El Corral de las Cigüeñas, además del elenco de artistas callejeros.A la riada de miles de euros que el Womad ha dejado en la ciudad, hay que unir los siempre incalculables réditos de imagen: la cita multiétnica cacereña ha cerrado telediarios de máxima audiencia en la primera y segunda cadena de TVE y el informativo dominical de mediodía de Antena 3, donde una toma se detenía en la pancarta de Cáceres Capital Cultural 2016 que cuelga de la torre de Bujaco.Las tensiones entre los tres poderes del Womad cacereño (la productora de Womad España, el Ayuntamiento de Cáceres y el equipo de la consejería de Cultura) han sido manifiestas en voz baja, aunque nunca han trascendido al exterior salvo en algunos síntomas.Resumiendo los mensajes cruzados sotto voce, la productora intentaría ahorrar en cachés y equipamientos técnicos, el ayuntamiento temería cualquier actividad en la parte antigua y el equipo de Cultura querría los mejores grupos, el mejor sonido, amplia representación extremeña y espectáculos y mercadillo étnico en las plazas recoletas y monumentales.El tirón de los grupos es importante porque la recaudación de las entradas del hípico se destina a financiar los 80 millones de antiguas pesetas que cuesta el festival. Este año, con 15.000 entradas a 8 euros, se han conseguido unos 120.000 euros (20 millones de pesetas), cifra que parece mover al optimismo.RESQUEMOR MUNICIPAL Caso aparte es el resquemor que produce en el ayuntamiento cualquier actividad en la parte antigua, que en realidad fue el anzuelo que engatusó a Peter Gabriel hace 13 años y trajo el Womad a Cáceres. Este año sólo se han celebrado pequeños conciertos de miércoles a viernes. No se autorizó un mercadillo étnico en San Mateo y Veletas.Sorprende que en cambio se haya permitido un macrobotellón durante tres noches seguidas en la plaza Mayor, a pesar de que el Womad ya se había marchado al hípico, donde el concierto del sábado consiguió que miles de jóvenes cambiaran la maceta y la litrona por Kiko Veneno y Elbicho.El ayuntamiento tampoco quería permitir los puestos de venta ambulante en la plaza, aunque ya el jueves se instaló una treintena de puestos y el viernes, tras la protesta de los hosteleros, desvelada por varios profesionales, se permitió la venta libre.