La 15 Cumbre Iberoamericana supone el "nacimiento de un actor político" que hablará con una sola voz en el concierto internacional. El acta fundacional de la nueva etapa del espacio iberoamericano fue solemnizada ayer por José Luis Rodríguez Zapatero tras clausurar la asamblea. Paz, democracia, desarrollo y cohesión social serán los ejes de actuación. Y sus enemigos, la pobreza, la desigualdad y el terrorismo. "Nuestro esfuerzo se ha dirigido hacia las necesidades de las personas de los países que gobernamos" agregó el presidente.

Como país anfitrión, España deseaba que la reunión plasmara un alegato en favor de la paz y un futuro conciliador. La respuesta parece haber colmado las expectativas. Entre los acuerdos, destaca el "apoyo activo" a una reforma de la ONU para potenciar su papel en la prevención de amenazas y el mantenimiento de la paz. La exigencia de que los terroristas sean puestos a disposición judicial es uno de los puntales de la declaración final. La declaración fija como compromiso prioritario el desarrollo de programas de canje de deuda por educación.