Un gol del vasco Aritz Aduriz en la segunda parte, que sirvió para neutralizar el tanto marcado por el catalán Bojan Krkic antes de descanso, dejó en tablas el intenso y vistoso partido amistoso disputado en San Mamés por las selecciones del País Vasco y Cataluña.

El ambiente festivo vivido durante los noventa minutos por los casi 40.000 aficionados que casi llenaron ´La Catedral´ realzó una cita de marcado carácter reivindicativo en favor de las selecciones oficiales para ambas comunidades, pero que como espectáculo deportivo en absoluto desmereció a un partido oficial.

En su primera parte el encuentro ofreció un interesante frente a frente entre dos estilos muy diferentes, la intensidad y el juego directo de los vascos frente a la pausa y la calidad catalana encarnada sobre todo en Xavi, Corominas y Bojan.

Las primeras ocasiones fueron vascas, pero fue Cataluña quien marcó. En la segunda parte, los locales lograron empatar merced a un tanto de Aduriz que culminó un contragolpe.