¿Qué falta por decir de lo que ocurrió el 10 de mayo de 1992, a eso de las nueve de la tarde, en el pabellón de la Ciudad Deportiva de Cáceres? Los que estuvieron allí difícilmente podrán olvidarlo; los que no, se lo contaron. Muchos tienen clavada como mítica una fecha en la que todo cambió. Quince años después del ascenso a la Liga ACB aún quedan al menos diez motivos para seguir recordándolo. ¿Por qué no?