¿Qué decidirán los accionistas el próximo 11 de marzo? De los cinco puntos del orden del día, el principal que se ha planteado es el segundo: "Acuerdo sobre la ampliación de capital social en el importe mínimo previsto por la ley, previa reducción de su valor a cero, o en su caso, disolución de la sociedad Basket Cáceres SAD". Los accionistas presentes --sólo podrán acudir los que posean o representen al menos dos títulos-- tendrán en sus votos la decisión más importante de la historia del club: si se abre un proceso para recapitalizarlo --de incierto resultado-- o bien se inicia directamente la desaparición del club. Los pronósticos previos sobre lo que pasará no son nada claros: el sentir general de la afición es, obviamente, que al menos se prolongue la larga agonía , como ya ocurrió el pasado junio con el desembarco de José María Bermejo y su equipo. El ayuntamiento, que posee el 10% de las acciones, también es previsible que vote en contra de la disolución. La gran duda recae en qué harán los empresarios con paquetes accionariales importantes.

¿Qué pasará si se abre el proceso de ampliación de capital? Automáticamente, todas las actuales acciones pasarán a valer cero y se emitirán unas nuevas en cantidad y valor aún por determinar. Es la llamada operación acordeón, propiciada porque en el Cáceres el capital social que había, aproximadamente un millón de euros (166 millones de pesetas), ha sido gastado en ir afrontando deudas. La Ley del Deporte prohibe que una SAD esté descapitalizada.En principio, y siempre que se decida mayoritariamente esta opción, se suelen establecer tres pasos en una ampliación. Los actuales accionistas tendrían opción preferente para comprar, en principio en un número limitado y después ya sin tope. Si aún quedasen títulos por vender, la promoción estaría abierta en el último paso a todo aquel que estuviese interesado.La cantidad en acciones que debería ponerse a la venta para recapitalizar el club aún no se ha establecido oficialmente, pero puede rondar los dos millones de euros (más de 330 millones de pesetas), que es aproximadamente la deuda que arrastra la entidad.¿Alguien puede comprar acciones y llevarse la plaza ACB a otra ciudad? Sí, aunque tendría que cambiar los estatutos del club, que ahora lo prohiben tajantemente. La fórmula sería sencilla, siempre que la ampliación se aprobase y quedase un número mayoritario de acciones (un 51%) en el tercer plazo. Teniendo la posesión del club se pueden variar sus normas internas sin ningún problema y trasladar el equipo a otro sitio... siempre que esta temporada se lograse la permanencia sobre la cancha. A quien esté interesado puede salirle incluso más barato que ascender desde la Liga LEB.La operación no es tan rocambolesca y el Cáceres ya ha recibido en el pasado algunos guiños al respecto, como los del empresario cántabro Ciriaco Díaz, que propuso en junio una maniobra idéntica y prometía que no se trasladaría al club.¿Cuáles serían los pasos si se vota a favor de la disolución del Cáceres? Según expertos en derecho mercantil consultados por este diario, inmediatamente se nombraría a un liquidador que lo primero que debe hacer es evaluar el estado de la sociedad en disolución. A la vista de que en el Cáceres la deuda supera con creces al capital social, su obligación sería decretar la quiebra. El proceso pasaría a los tribunales. En principio, el equipo no tendría por qué retirarse de la competición.El papel del liquidador consiste en vender los bienes de la sociedad para así poder pagar al mayor número de acreedores posible. El club actualmente sólo posee actualmente los derechos ACB, ya que ha vendido los inmuebles que tenía hace años.¿Qué movimientos están existiendo para evitar la disolución? Según José María Bermejo, actual presidente, ninguno que no sean los que realizan sus colaboradores. "Estamos casi solos", dijo ayer en la Ser. Su visión sobre la situación volvió a ser descarnada y muy cercana al pesimismo, quejándose de la "apatía de todos", pese a no concretar quiénes son los culpables de la situación. Aún así, relacionó la construcción del multiusos con que se facilitase el mantenimiento del Cáceres en la élite y dejó caer que había recibido promesas de ayuda por parte de "alguien" cuando se hizo cargo de la gestión del club en su segunda etapa.Según aseguró, en las últimas semanas la única iniciativa ha sido que "una plataforma que puede entrar en una candidatura", pero expresó su deseo de que "el club no se politice". También se mostró escéptico respecto a que haya movilizaciones: "Los cacereños hablamos mucho en los bares, pero después...".