A punto de alcanzar el ecuador de la década, el año 94 aparecía como un año de transición hacia la parte final del ciclo olímpico de Atlanta ‘96, pero el paso de los meses y las competiciones se encargaron de dar empaque a un año en el que, por ejemplo, se creaba la Facultad de Ciencias del Deporte en la Universidad de Extremadura, si bien es cierto que, durante sus primeros años de existencia, ésta desarrolló sus actividades en las instalaciones de la Facultad de Empresariales de Cáceres.

Un 94 en el que el ciclismo fue protagonista deportivo en nuestra región, ya que la 49ª edición de La Vuelta a España hacía parada en Extremadura, en Cáceres, que acogió el final de la 3ª etapa de la ronda ciclista tras partir desde Salamanca; además, Almendralejo, sería el punto de partida de la cuarta etapa con final en Sevilla. En la capital cacereña la victoria correspondió al francés Laurent Jalabert, siendo el italiano Endrio Leoni el vencedor en la cuarta etapa de una Vuelta en la que el suizo Tony Rominger saldría vencedor, entre nombres como el de Perico Delgado, Alex Zülle o Lale Cubino.

Del mismo modo, la Vuelta a Extremadura cumplía en 1994 una década desde su creación, logrando el danés Claus Michael Möller la victoria en la general de una prueba que contó con 7 etapas en 6 días y de la cual su organizador, Pepe Guillén, recuerda con cariño «la cantidad de gente que se echaba a las calles de pueblos y ciudades, y la calidad de los ciclistas que pasaron por aquí en esos años, en los que la Vuelta a Extremadura empezaba a ser importante en el calendario nacional».

Guillén recuerda además ese aniversario por ser el del estreno de la dureza de la subida al Centro Táctico del Pico Villuercas, que puso a prueba a unos participantes entre los que estaba Ernesto Manchón, mejor extremeño de la general y líder varios días, del que dice «era una de las más firmes promesas del ciclismo español, como luego se demostraría. La Vuelta del 94 fue especial para todos; fue la primera vez que tuvimos etapas en Portugal y empezamos a tener carácter internacional en cuanto a corredores».

Pero no sólo el ciclismo copó las páginas de la prensa deportiva o los programas de radio. Hechos destacados como el ascenso del Club de Fútbol Extremadura a Segunda División A, tras ser campeón de su Grupo de 2ªB y sin perder ningún encuentro en la fase de ascenso, convertían en histórico a 1994 por ser el primer año en el que tres conjuntos extremeños, el recién ascendido, el Mérida CP y el CD Badajoz, militarían en la división de plata del fútbol español.

Gran año también aquel para el Cáceres Club Baloncesto, con el extremeño Manolo Flores en el banquillo, que en la temporada 93-94 lograba la mejor clasificación final toda su trayectoria en ACB, alcanzando los play-offs tras ser 8º en la fase regular de la liga y cayendo ante el Joventut de Badalona en cuartos de final, tras deshacerse del Pamesa Valencia en octavos. De esta forma, confirmaba su clasificación para la primera de sus cuatro participaciones en competiciones europeas, en esta ocasión la Copa Korac. Además, esa temporada disputó la fase previa de la Copa del Rey, siendo eliminado en ella por el Lugo.

Pero lo más importante de ese año en el basket regional, fue el ‘casi’ ascenso del conjunto del Spar Mérida Femenino, que lograba el ascenso deportivo a la máxima categoría nacional, la División de Honor, tras una fase final disputada en la capital extremeña y que, pese a todos los intentos posteriores, no se materializaría con la inscripción en esta categoría para la temporada 94-95 por cuestiones extradeportivas.

Una de las integrantes de aquella plantilla era la extremeña Inma Marín, que tiene grabado cómo «el auge del baloncesto en la ciudad fue impresionante, gracias en parte a los grandes resultados que conseguimos. Fue una temporada en la que arrasamos en casi todos los partidos, el pabellón estaba a reventar y el seguimiento mediático también fue muy importante a nivel local y regional».

La jugadora del conjunto emeritense no puede olvidar la fase de ascenso por «la dificultad que tuvo y el incremento de nivel con respecto a la fase regular. Equipos muy duros y con mucha tradición, pero vivir ese ascenso en la pista fue muy emocionante. La pena fue no poder disfrutar de la categoría que habíamos conseguido jugando, pero pudimos darle esa relevancia y visibilidad al deporte femenino que entonces no tenía». Sin duda una espina clavada en el deporte de Extremadura, que años más tardes otros clubes se encargarían de sacar.

Un deporte femenino en el que la gimnasia comenzaba a dar alegrías, con Nuria Cabanillas formando parte del conjunto junior de la Selección Nacional en el Campeonato de Europa de Gimnasia Rítmica celebrado en Tesalónica, terminando en quinta posición, o con Marta Calamonte, que se proclamaba subcampeona de España en categoría infantil. En atletismo la atleta Margarita Circujano lograba el título de campeona de España Junior en la prueba de 3.000 metros, mientras que Juan Francisco Sánchez triunfaba en los 10.000 metros en la categoría Promesas.

Definitivamente, 1994 fue un año con mucho que contar, con cosas que se quedan en el tintero y otras como el debut del futbolista extremeño Ángel Cuéllar, con la selección española absoluta en un amistoso ante Alemania el 30 de noviembre, cuando militaba en el Real Betis y se encaminaba hacia el FC Barcelona. Un año en el que venían al mundo protagonistas de hoy como el marchador Álvaro Martín Uriol, la lanzadora María Barbaño, el futbolista Oliver Torres o la karateca Nuria Escudero. Un año que, sin duda, tuvo su importancia en la historia del deporte en nuestra Comunidad Autónoma.