Desde el plano teórico, el traspaso de Thiago Alcántara ya es el más alto que habrá realizado el Barça en las últimas décadas, acaso en su historia. Siempre y cuando el club ingrese los 25 millones de euros que anunció ayer que recibiría del Bayern de Múnich por la venta del futbolista hispanobrasileño. La entidad alemana delimitó a 20 millones el coste real de Thiago, entre la presunta rebaja de ficha del jugador y la valoración de un amistoso a jugar en cuatro años (la duración del contrato de Thiago). El Barça contempla la percepción de 24 millones en efectivo y uno por la cotización del equipo para disputar ese encuentro. La recaudación y los demás derechos económicos serán para los alemanes.

Thiago debía entrenarse hoy con sus compañeros en Sant Joan Despí y, sin embargo, conocerá a otros en Múnich. En el penúltimo día antes de reintegrarse al trabajo se cerró la marcha del interior, que se gestaba desde que el pasado jueves Guardiola reconociera públicamente que había pedido a sus dirigentes la contratación del futbolista de 22 años.

Thiago irá a la ciudad deportiva, pero a despedirse de compañeros y técnicos. Poco después del mediodía le espera un avión privado para volar a su nueva casas, donde será recibido con honores de estrella. "Es el mejor refuerzo posible, con un gran futuro por delante y mucha capacidad para progresar", dijo Karl-Heinz Rummenigge, vicepresidente del Bayern y uno de los negociadores alemanes. El futbolista, que cobrará prácticamente el doble que en el Barça, será presentado mañana.

El Bayern entabló conversaciones con el Barça para alcanzar un acuerdo sobre la referencia de los 18 millones en que estaba tasado el jugador, según la cláusula de rescisión que imperaba en el contrato durante el mes de julio. El pago de dicha cláusula disparaba el precio (con impuestos) hasta casi 27 millones para el Bayern; una negociación permitía al Barça cobrar algo más de la cláusula. El desarrollo de las conversaciones, no obstante, ha resquebrajado la excelente sintonía que había entre los dirigentes de ambas entidades.

El precio de 25 millones coloca a Thiago en el futbolista que habrá resultado más valioso. En los libros contables, su coste era cero por tratarse de un canterano y, sin embargo, deja un beneficio neto (y bruto) superior al de estrellas ya consagradas como Ronaldinho o Ibrahimovic.