"Cambia la mezcla de gasolina"; "varía el reparto de la frenada antes de la curva 2 y 8"; "lleva al cuatro el diferencial en la curva 1"; "modifica el mapa de aceleración"... Ordenes como estas y muchas más son recibidas por un piloto de F-1 a través de la radio. Y, a cada orden, responde moviendo roscas y displays en el volante, o variando de posición mandos dentro del habitáculo, mientras roza un muro a 300 kilómetros por hora, apura una frenada o disputa una posición al límite con otro piloto.

Más velocidad punta

Es de locos. Solo falta que les venden los ojos porque la última, la que ya roza el delirio, es que deben tapar agujeros en el habitáculo al final de cada curva larga y en cada recta con la rodilla o, peor aún, con una de las manos, lo que significa que han de soltar el volante.

Los pilotos de McLaren y Sauber fueron los primeros en accionar el conducto F tapando y destapando un agujero en el habitáculo con la parte externa de la rodilla. Ese conducto con forma de efe invertida hace circular aire hacia la parte trasera del coche, de forma que cuando el piloto tapa el agujero, el caudal de aire forma un bypass en el alerón trasero y el difusor --una especie de ala invertida en la parte baja del coche-- crea unA turbulencia que reduce el coeficiente de penetración del coche. El resultado es un aumento de la velocidad punta que puede llegar a "16 kilómetros por hora", según Ross Brawn, el director técnico de Mercedes. Los mecanismos móviles están prohibidos por el reglamento en las partes que afectan a la aerodinámica, pero al piloto no se le considera parte del coche; por eso crearon ese truco.

De ahí que los ingenieros hayan puesto a bailar a los pilotos, que ya se mueven como el batería de una banda de rock. "Nosotros tenemos nuestra propia versión del conducto F", explicó ayer Aldo Costa, jefe de diseño de Ferrari. Es una de las muchas evoluciones --conducto de frenos, alerón delantero, tapa del motor y difusor-- que presenta el F-10 en Barcelona. Lo sorprendente fue ver a Alonso accionar el conducto F durante la segunda sesión de entrenamientos libres. Para tapar el orificio que varia el flujo del aire (foto 1), Alonso ha de soltar el volante y sujetarlo solo con la derecha. Curiosamente (foto2), el guante izquierdo tiene una almohadilla de caucho situada en el dorso que garantiza el cierre hermético del agujero mágico.

En principio, solo tendría que hacerlo en las rectas, pero ya tapa el orificio en mitad de la rapidísima curva de entrada a meta, cuando el volante "tira" más, cuando más necesita las dos manos en el volante. Alonso reveló ayer que tanto él como Massa han "dedicado horas" en el simulador de Maranello para habituarse a esta acción.