Ni el mismísimo Florentino Pérez podía presagiar el cambio radical que iba a experimentar el Madrid con José Mourinho. El nuevo orden establecido por el técnico portugués ha alcanzado de lleno a todos los estamentos del club blanco. En los 500 días que lleva en la entidad de Concha Espina, a Mou le ha dado tiempo a hacerse con el vestuario, a desembarazarse de Jorge Valdano y a autoproclamarse manager general. También a abrir nuevas vías de enfrentamiento con media Europa. En medio de todo eso, aparece un título, la última Copa del Rey. Poco premio, a priori , para un club que aspirar a todo.

Pocas cosas hay más complejas que resumir la andadura de Mourinho en el Madrid. Desde que aterrizó en el club tras evitar que el Barça jugara la final de la Champions Mou ha ampliado su hoja de servicios con un más que dudoso favor al fútbol. Que Florentino repita una y otra vez que es el mejor del mundo, ni en los resultados ni en las formas. Ahora, en su segundo año, no le valdrá un balance tan raquítico que supone un título tradicionalmente infravalorado por el club blanco.

Si de algo no se puede quejar el técnico portugués es de falta de apoyo. Desde la salida de Del Bosque en el 2003, después de tres años y siete meses, han pasado 10 entrenadores por el banquillo blanco, incluyendo a Mourinho. De los anteriores al portugués, solo Schuster, bajo el mandato de Ramón Calderón, terminó la temporada e inició la siguiente. Al portugués se le ha fichado lo que ha pedido y se ha hecho un club a su imagen y semejanza, estableciendo el modelo inglés que reclamaba.

OTRA VEZ LA SELECCIÓN

Uno de los primeros conflictos que planteó Mou fue su deseo de dirigir a Portugal en los dos primeros encuentros de clasificación para la Eurocopa. Así lo pensó la federación portuguesa tras destituir a Carlos Queiroz. El Madrid dijo no y Valdano se lo comunicó al técnico. Ahora, justo un año después, la historia se repite. Los seguidores lusos y la prensa no creen en Paulo Bento, actual seleccionador, y ven en Mourinho al hombre perfecto para salvar los muebles ante Bosnia en la repesca para lograr una plaza en la Eurocopa, según publicó ayer El Mundo .

El Madrid mantiene su negativa, pero el poder de Mourinho en el club es casi total. Cuenta con aliados leales y detractores en casi todos los estamentos, tanto en la grada como en los despachos. Sus enfrentamientos con la prensa son casi diarios, aunque desde que Florentino le pidió que moderara su lenguaje la tensión entre el técnico y los periodistas se ha rebajado.

Los que conocen bien a Mourinho hablan maravillas de él. Sensible, cercano, afectuoso. Es capaz de pagarle a diez compañeros del colegio de su hijo la matrícula deportiva, unos 6.000 euros. En otra ocasión, llegó, a través del club, a las más altas instancias gubernativas para frenar la salida de una empleada que no renovó sus papeles a tiempo. La mujer quedó infinitamente agradecida. Es la otra cara de special one1 la que apenas ha mostrado en sus 500 días que en el club blanco.

CRISTIANO, RECUPERADO

Cristiano Ronaldo, que el miércoles se ejercitó en solitario en el gimnasio tras regresar con molestias musculares de sus compromisos internacionales con Portugal, volvió ayer a los entrenamientos con el equipo blanco y trabajó con normalidad junto al resto del grupo.

De este modo, parece que Mourinho podrá contar con su compatriota para enfrentarse mañana al Betis en el Santiago Bernabéu (18.00 horas).