Fue un momento emocionante. Juan Sanguino, con la mano en el corazón, luchando denodadamente por no romper a llorar, saludando desde el centro del parquet, ese en el que ha pasado tantas y tantas horas en los últimos años. El capitán del Cáceres en las últimas cinco temporadas no renovó este verano, pero el club le reservaba un homenaje que incluyó una sorpresa: nadie volverá a vestir el número 8 que llevaba . Desde ahora, una reproducción gigantesca de su camiseta estará colgada en el techo del Multiusos. Ningún jugador ni de este club ni del extinto Cáceres CB ha tenido jamás esa distinción, importado del baloncesto estadounidense al europeo hace unos años.

Su Javier le acompañó en el acto, en el que recibió distintos regalos, pero uno especialmente valioso: el aplauso unánime de la afición de su ciudad.

Hay un dato que avala la decisión de la directiva. Sanguino, que en su momento jugó con el viejo Cáceres en la Liga ACB 9 partidos en tres temporadas distintas, es el líder en encuentros disputados con el nuevo club surgido en el 2007 con 151 (13 de ellos de playoffs ). Su campaña más brillante fue la 2007-08 en la LEB Plata, cuando promedió 10,4 puntos y 5,3 rebotes. En las cuatro siguientes, en LEB Oro, su papel fue decayendo en importancia, aunque siempre fue considerado un referente para la afición.