Nueve meses. 37 partidos. Más de 3.300 minutos de juego... Y Arroyo y Villanovense se juegan su futuro en 90 minutos, los últimos 90 minutos de la liga regular en el Grupo IV de Segunda B. Los primeros dependen de sí mismos para conseguir la permanencia, algo de lo que no pueden presumir los segundos. Los serones están obligados a ganar y esperar el error de los arroyanos, porque lo que es seguro es que solo uno de los dos conseguirá la alegría plena.

Arroyo y Villanovense tenían puestas muchas esperanzas en la penúltima jornada del campeonato y durante toda la semana pasada le pidieron al Cacereño que les hiciera un favor ganando al Sevilla Atlético (0-1). Los del Príncipe Felipe no pudieron hacer ese favor. Pero ellos tampoco se ayudaron a sí mismos.

El Arroyo, al menos, evitó el descenso directo con su empate ante el Betis B (1-1). Su único riesgo es la plaza de promoción por la permanencia, más difícil que nunca este año, ya que solo uno de los cuatro equipos que la juegue (uno por cada grupo de Segunda B) se salvará. Pero un empate el domingo ante el UCAM Murcia (Municipal de Arroyo de la Luz, 18.00 horas) le bastará para conseguir su objetivo.

CONTRADICCION SERONA Mucho más difícil es la situación del Villanovense, que se jugará la permanencia lejos del Romero Cuerda después de perder el domingo ante La Roda (1-2). Solo le vale ganar al Melilla (domingo, 18.00 horas). Pero eso solo no es suficiente. Necesita unir su victoria a una derrota del Arroyo ante el UCAM Murcia.

Para complicarlo todo más, si los de Villanueva de la Serena pierden contra el Melilla --un equipo que aún conserva una remota opción de meterse en posiciones de Copa del Rey para la próxima temporada-- necesitan que el Arroyo al menos empate con el UCAM Murcia, lo que les permitiría jugar la promoción, "un mal menor", como reconoció ayer Tomás Jiménez, defensa del Villanovense.

Una victoria de los murcianos ante el Arroyo obligaría a los serones al menos a empatar contra los norteafricanos. Si eso sucediera acabarían empatados a 43 puntos con el UCAM, aunque con el goal average a su favor. En ese caso también jugarían la promoción. Una derrota del Villanovense unida a una victoria de los murcianos significaría el descenso directo de los de Villanueva.

TRABAJO DE RECUPERACION Ambos equipos tienen ante sí una semana difícil donde lo más importante será la recuperación psicológica. El Arroyo comenzó ayer. El Villanovense lo hará hoy después de descansar en la jornada del lunes. "A ver qué nos dice José Luis Montes", dijo Tomás, que reconoció que la derrota ante La Roda fue "un golpe muy duro. Ninguno esperábamos perder ese partido".

"La situación es complicada", reconoce el central, un veterano en el mundo del fútbol que llegó a Villanueva en el mercado invernal. "El Arroyo parte en mejor posición, pero nosotros tenemos que olvidarnos de eso, olvidarnos de todo y ganar al Melilla, un equipo que aunque no se juega nada ha demostrado que puede ganar a cualquiera en su campo".

El defensa no ocultó que hay cierta desazón en la plantilla ("hemos tenido oportunidades --Sevilla At., Arroyo-- para estar ya tranquilos"), aunque cree que a partir de hoy todo eso pasará y solo se pensará en la victoria, "porque este equipo se merece salvarse, porque es un club serio, cumplidor, de los que ya no quedan ".

Y si la salvación directa no se consigue y hay que buscarla en la promoción, Tomas avisa: "No le tenemos miedo a nadie, este equipo es muy competitivo".