Ya es septiembre, la temporada de Tercera se ha iniciado y la desilusión se palpa en las gradas del Príncipe Felipe, "un gran estadio, que no merece este equipo", afirmaba un aficionado el pasado domingo. La escasa afluencia de público al inicio del nuevo curso de Cacereño, que es cuando se supone que la ilusión debe ser más alta, no augura nada prometedor, en principio.

Según fuentes del club, el número de abonados era de 337 antes de iniciarse este mes. "Los socios tienen la reserva de su abono hasta el próximo partido de liga que se juegue en casa" --ante el Badajoz B, el 12 de septiembre--, dice el vicepresidente verde, Juan Ojalvo, que añade que "es algo que debemos hacer por deferencia a nuestros socios que aún están de vacaciones".

Sin embargo, ¿qué opinan los socios? "Llevo cuatro años haciéndome el abono --comenta uno-- pero este año no tengo ilusión. El equipo no me gusta y menos no ver al presidente en la presentación de los jugadores ni en los partidos a los que he ido. No estoy conforme con la política actual del club".

"A mí, --apunta otro-- me han llamado a casa porque es el primer año que no vengo a recogerlo en agosto. Me dijeron que me lo traían a mi domicilio pero, de momento, no me decido. Leí en el periódico que habían hecho un equipo para el ascenso y eso no es lo que veo, me siento estafado".

Para Ojalvo, "es una norma de la casa el llevar los abonos a los domicilios de los socios, lo hacemos todos los años". El vicepresidente defiende que no es una medida desesperada y que "esperamos, al menos, igualar la cifra de 1.064 abonados que teníamos el 27 de marzo del pasado año". Sin embargo, ésa es una cifra que otro socio considera "vergonzosa para una ciudad de más de 85. 000 habitantes. Nos están matando el fútbol", concluye.