Club Melilla Baloncesto: Jorge Jiménez (-), Jason Robinson (14), Ricardo Morentin (2), Héctor García (7), Ondrej Starosta (6) --cinco inicial-- Rafa Huertas (9), Juanma Ruiz (4), Taylor Coppenrath (8), Oscar González (12), Nacho Romero (-), Sergio Riera (-).

Cáceres 2016: Drew Naymick (4), Diego Guaita (2), Xavi Forcada (8), Lucio Angulo (3), Carlos Cherry (-) --cinco inicial-- Shawn Taggart (10), Francis Sánchez (11), Alex González (-), Kaspars Berzins (2), Perico Sala (7), Giorgios Dedas (-).

Arbitros: Martínez Fernández y Serrano Velázquez. Sin eliminados.

Marcador por cuartos: 15-12, 36-23 (descanso), 53-30, 62-47 (final).

Incidencias: Vigesimotercera jornada de la LEB Oro. 2.500 espectadores en el Pabellón Javier Imbroda.

Como a priori todo hacía presagiar, el Cáceres 2016 no pudo con el líder, el Melilla, y cayó derrotado de forma holgada y justa a domicilio (62-47) en un partido en el que nunca tuvo opciones reales de luchar por la victoria. Los visitantes tan sólo aguantaron el ritmo melillense durante el primer cuarto, que fue el más igualado, pero después en el segundo y en el tercer cuarto sucumbieron de forma clara ante un rival superior. En el último acto, con todo decidido, el Melilla rotó y el Cáceres aprovechó para maquillar un tanto el resultado de un partido que tuvo, por otro lado, guarismos muy cortos.

Ahora, el Melilla sigue con la condición de invicto en el pabellón Javier Imbroda. Los locales se impusieron con más facilidad de la esperada al Cáceres 2016 en un choque donde el nivel defensivo de los melillenses rozó la perfección. La puntuación de los extremeños así lo reflejó. Por si fuera poco, el jugador más valioso de la pasada jornada, Carlos Cherry, cuajó una pésima actuación: 0/2 en tiros de 2, 0/8 en triples y cuatro pérdidas de balón.

El partido comenzó con un conjunto local muy serio y concentrado que ya desde los primeros compases comenzó a marcar las diferencias. Cáceres estuvo siempre a remolque y encontró muchas dificultades para lanzar ya desde el primer minuto. Melilla imprimió mucha dureza en la zona, consiguiendo imponerse tanto en el rebote ofensivo como en el defensivo. Ni los tiempos muertos de Gustavo Aranzana, técnico visitante, pudieron cambiar el rumbo de su equipo, que le costó dios y ayuda reconducir su juego, sobre todo en ataque. Este periodo se cerró con un 15-12 favorable a los locales.

En el segundo cuarto las cosas no cambiaron mucho y Melilla incluso imprimió una marcha más a su juego que hizo más daño al rival. Muy enchufado en el partido, el equipo melillense apretó a fondo y no se dejó intimidar. Su superioridad comenzó a agrandarse y el marcador al descanso reflejaba un 36-23.

ESPERANZA VACIA A la vuelta de los vestuarios el partido no varió casi nada y de nuevo fue el Melilla el que impuso su ley. Desde los primeros compases del tercer cuarto el conjunto melillense mandó de forma dictatorial, cogió las riendas del choque y a partir del minuto cinco el equipo cacereño desapareció totalmente en ataque, no podía anotar y de hecho no lo lograría hasta el último cuarto del encuentro. Naymick colocaba el 40-30 en el luminoso, pero después un triple de Héctor García abría el camino a un parcial demoledor de 13-0 que dejaba el resultado en 53-30 a la conclusión del cuarto y que prácticamente decidía el choque.

En el último acto y con todo decidido, el técnico local movió el banquillo rotando a todos sus hombres disponibles y tratando de equilibrar el protagonismo.

El cuarto arrancó con un triple de Oscar González (56-30), esto hizo pedir tiempo muerto al Cáceres, pero el equipo visitante seguía sin anotar y dos puntos de Juanma Ruiz dejaron el marcador en 58-30. El Melilla se relajó y Cáceres, de la mano de Perico Sala, rebajó la diferencia. Con este resultado, desciende hasta la novena posición.