CACERES

No percibimos como auténticos los colores del mundo real hasta que los videamos --vemos -- en una pantalla". La frase la suelta el malhablado Alex de Large en La Naranja Mecánica y resulta sencillo citarla desde Cáceres ahora, a dos días del inicio de la ACB, de la vigesimoprimera edición de la autodenominada --no sin prepotencia-- como la segunda mejor competición mundial tras la NBA.

La ACB, si supera el problema de televisión que amenaza con la paralización liguera este fin de semana, se verá esta temporada de lejos en Extremadura después de once años en los que el azulgrana del Bar§a, el blanco del Madrid o el naranja del Pamesa se encarnaron en vivo y en directo frente al verdinegro del Cáceres. Se publica el calendario, salen los especiales de los periódicos, la liga se presenta en un lujoso hotel de Madrid y los pronósticos se disparan --¿quién podrá contra el Bar§a tricampeón de Dejan Bodiroga?-- sin que se pueda evitar una cierta nostalgia en los rincones baloncestísticos de la ciudad. Nada imprevisible en estos tiempos de LEB en los que la búsqueda de alicientes se convierte en el deporte favorito de los optimistas.

HISTORIA

Una cuestión casi matemática indica que, hasta su descenso el pasado mes de mayo, el Cáceres de ACB se había convertido en un pequeño clásico, primero en el V Centenario y luego en el multiusos. De las veinte ediciones que se han disputado hasta ahora de la competición, el ahora extinguido club ha estado presente en la mayoría (once), acumulando cifras y cifras que ya serán difíciles de mover: 388 partidos jugados, 163 ganados, 225 perdidos, 30.548 puntos a favor, 31.404 en contra... En un ranking histórico se sitúa actualmente en la decimoctava plaza y los tan rememorados logros (el subcampeonato copero de León-97, el quinto puesto de la temporada 93-94, las semifinales Korac el año siguiente) resultan indelebles en las hemerotecas.

Más allá de eso, quedan más de cien jugadores que vistieron esa camiseta, muchos de ellos con un currículum tan deslumbrante que resulta difícil hacer una selección de una decena.

Sin embargo, fuera de la región nadie ha parecido acordarse del Cáceres durante estos días en los que el torneo intenta publicitarse apelando al brillo de sus estrellas y al gran papel de la selección en el Europeo. Era un secreto a voces que la ACB estaba incómoda con un inquilino que en los últimos años fue noticia más por sus problemas económicos que por sus éxitos deportivos.

Los nostálgicos pueden guardar junto al vídeo del ascenso más de veinte partidos que durante los once años de super élite fueron televisados por cadenas nacionales y autonómicas, en abierto y de pago. En todos ellos, de verde o de blanco, un grupo de profesionales defendió a una ciudad que ahora intenta no echar de menos el irresistible glamour de aquellos días.