Sin la presencia de los representantes de la ACB, la Asamblea de la Federación Española de Baloncesto decidió trasladar a la propia ACB que acepte al Obradoiro en su liga, al igual que a los dos ascendidos, Tenerife y Murcia.

La ACB, que tiene voz y voto a través de los representantes de sus 18 clubs, no estuvo en la asamblea, lo que demuestra la tirantez que hay entre las dos partes, y que se ha incrementado tras el conflicto planteado con el Obradoiro gallego.

Mientras, la asamblea respaldó la predisposición de la dirección federativa para negociar un pacto sobre el marco de contratación de los denominados comunitarios B , posibilidad que la FEB ya ha transmitido a la ACB.

Los distintos estamentos del pleno federativo expresaron su apoyo al diálogo en esta materia durante la asamblea general celebrada ayer en Madrid, pero también ratificaron que, en tanto en cuanto no se produzca un acuerdo, la Federación seguirá la línea marcada por el Consejo Superior de Deportes.

José Luis Saez, vicepresidente de la Federación Española, y Josep Senespleda, secretario general de la Asociación de Clubes, mantuvieron el viernes pasado un primer contacto para establecer las bases sobre una próxima negociación, en la que también tiene que participar el sindicato de jugadores.

SOLUCION NEGOCIADA

La apertura a una solución negociada sobre el marco de contratación de los comunitarios B recibió el visto bueno de la asamblea sin la presencia de los representantes de la ACB, que no asistieron a la reunión.

Aparte de esa situación excepcional del caso Obradoiro, la asamblea federativa llevó a cabo una importante modificación del sistema de competición de la LEB y de la LEB 2 que, a partir de la próxima temporada, significará el descenso automático de categoría del último clasificado al final de la primera fase y la composición de la eliminatoria de permanencia con el antepenúltimo y el último clasificados de la competición.

En el terreno económico, la FEB aprobó las cuentas del pasado ejercicio, saldadas con unas pérdidas próximas a los 100.000 euros, y el presupuesto para la campaña 2003, que asciende a 8,7 millones de euros, y destinará el 74 por ciento del gasto a actividades deportivas.