Cuatro activistas británicos y estadounidenses fueron detenidos hoy tras saltarse las estrictas medidas de seguridad de Pekín 2008 y desplegar pancartas de apoyo a la independencia del Tíbet cerca del Nido (Estadio Nacional), a dos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos.

Dos de los activistas desplegaron sendas pancartas, encaramados a postes de electricidad, en las que podía leerse "Tíbet será libre" y "Tíbet libre" en el puente de Beichen, a escasos metros del Estadio Nacional, antes de las 6 de la mañana pequinesa.

El grupo disidente Estudiantes por un Tíbet Libre (SFT, en inglés) reivindicó este acto, que asegura duró casi una hora, mientras que la agencia de noticias Xinhua indica que los efectivos se llevaron detenidos a los cuatro, que entraron en China con visado de turista, 12 minutos después de desplegar sus pancartas.

Según informó hoy a Efe en conversación telefónica Kate Woznow, directora de la campaña olímpica de SFT, los detenidos son un hombre y una mujer británicos y dos americanos, y perdieron contacto con ellos después de que la policía china los retuviera. "Fue una acción pacífica con la que queremos demostrar que el gobierno chino trata de silenciar el sufrimiento de la gente en el Tíbet", señaló Woznow, quien añadió que los cuatro pudieron saltarse la seguridad "por estar muy comprometidos" con la causa.

Malos momentos

El Tíbet vivió sus peores protestas contra China en dos décadas el pasado mes de marzo, finalizadas con una potente represión militar china que ha disparado las críticas de gobiernos occidentales y ONG contra el régimen en la cuenta atrás de Pekín'08.

Según Pekín, una veintena de civiles murieron a manos de tibetanos violentos, mientras que los tibetanos en el exilio aseguran que fueron más de 200 los muertos por la represión militar, ambos extremos imposibles de confirmar porque la región permanece cerrada desde entonces a la prensa y observadores extranjeros.

La oleada de críticas e interrupciones del relevo de la antorcha por parte de activistas pro-tibetanos ha despertado un fuerte sentimiento nacionalista en China y supuesto el refuerzo de unas medidas de seguridad ya estrictas en el militarizado régimen.

Dudas para los Juegos

El Ministerio de Exteriores chino dijo a Efe que desconocía la actual situación de los cuatro detenidos y se remitió a los departamentos policiales, que de momento no han respondido. Las autoridades suelen expulsar de inmediato a los extranjeros que llevan a cabo este tipo de protestas en suelo chino.

Con este, los peores pronósticos de los organizadores de Pekín 2008 se están cumpliendo, después de que el lunes un grupo de expropiados por las obras olímpicas se manifestara cerca de Tiananmen, mientras en la región occidental de Xinjiang se producía un presunto ataque de uigures en el que murieron 16 agentes de policía.

El comité organizador, BOCOG, ha condenado la protesta de hoy y advertido a los extranjeros que "deben obedecer las leyes chinas". Sin embargo, Woznow aseguró que saben "de mucha gente en todo el mundo que va a llevar a cabo acciones pacíficas similares en los Juegos". La activista señaló que es imposible que el gobierno chino frene a todos los descontentos con el régimen, como los expropiados, peticionarios, defensores de derechos humanos o etnias oprimidas por Pekín como la uigur y la tibetana.

SFT asegura que desde las protestas de marzo, más de mil monjes budistas tibetanos han sido enviados a prisiones y campos de trabajo y no serán liberados hasta transcurrida la cita olímpica, que se celebra del 8 al 24 de este mes.

Los disidentes del régimen chino están aprovechando los Juegos para llamar la atención sobre su situación, y hoy mismo unos cineastas tibetanos convocaron a un pequeño grupo de periodistas extranjeros para mostrarles el documental "Dejando atrás el miedo", en el que los oprimidos tibetanos hablan de su falta de libertad.

Las tropas chinas ocuparon el Tíbet en 1950 y nueve años después una rebelión fallida contra el poder comunista acabó con el exilio del Dalai Lama, líder espiritual y político tibetano, en la India. Durante la Guerra Fría, Washington financió campañas de apoyo a los disidentes que claman la independencia para la región, que disfrutó de periodos de autonomía antes de 1950.

Los representantes del Dalai Lama y del Gobierno chino han mantenido dos reuniones desde marzo destinadas a limar sus diferencias de cara a evitar que actos como los de hoy empañen un evento con el que China quiere dejar claro que es la potencia del siglo XXI y que lo es bajo el mando del Partido Comunista.