La AD Extremadura mira hacia el cielo en el fin de su particular añito en el infierno . El equipo cacereño de fútbol sala celebró ante su afición el ascenso a Primera División ´A´ y mantuvo en el recuerdo con mucho cariño al desaparecido Adrián, que falleció en un accidente esta temporada. "Va por él. Desde aquí queremos darle un abrazo a su familia y dedicárselo si nos está viendo", decía nada más concluir el partido de ayer el entrenador Antonio Salguero.

El técnico aparece como una de las piezas básicas del éxito cacereño esta temporada. Ayer, abandonó su reconocido carácter exigente para brindar con sus jugadores. La AD Extremadura venció por 8-2 al Navalcán y a la conclusión del partido hasta fue manteado por los miembros de la plantilla. "Los chicos dicen que no parezco el mismo. Una vez que hemos conseguido el objetivo del ascenso, les he dado más libertad para que puedan disfrutar de la feria", reconocía, mientras los integrantes del equipo le gastaban bromas.

Carácter en el banquillo

El Camacho del fútbol sala cacereño, como ya se le conoce cariñosamente en algunos círculos, lucía un modelito poco usual en él. Por un día abandonó su habitual chándal, para lucir traje, corbata y... zapatillas deportivas. "Es algo que teníamos hablado en el vestuario", decía sonriente. Pero no era el único que llamaba la atención. Los jugadores saltaron al parquet del Ciudad de Cáceres con las cabezas teñidas de varios colores. La tónica general era de fiesta, de alegría contenida. Y es que la Primera Nacional ´B´ es como define el propio Salguero "un pozo". Un pozo del que han logrado salir en la primera temporada. Ahora toca pensar en el planteamiento para la próxima. Desde el club se apunta al apoyo institucional como una de las claves para diseñar un equipo con aspiraciones reales de subir a División de Plata. "La base ya la tenemos, con jugadores que han estado en Primera A y que tienen calidad para estar ahí. Con unos pequeños retoques podríamos hacer un equipo competitivo", avanzaba ayer el entrenador.