A partir del próximo 28 de mayo, en Miajadas quedará un gran espacio vacío que difícilmente el Club Deportivo Tello de Arco podrá llenar. El eterno Pedro Jesús Blázquez, con 33 años, ha tomado la que quizá sea la decisión más dura de su vida deportiva: decir adiós a su carrera como futbolista.

El jugador está totalmente convencido a abandonar los terrenos de juego después de casi década y media por Tercera División y alguna aparición entre la élite de Primera y Segunda. "Hay algunos que aún insisten para que siga, como mi padre, y otros que lo deje, como mi madre. Acertaré o me equivocaré, pero las decisiones en el fútbol siempre las he tomado yo", señala.

Atrás queda ya su fulgurante progresión por las categorías inferiores del Miajadas hasta aterrizar en el primer equipo, desde el que dio el salto al Don Benito. Después llegaron dos temporadas en Mérida, alternando el filial con algún escarceo en Primera y Segunda junto a los Sinval, Momparlet, Luis Sierra y compañía. En similares condiciones permaneció un par de años en la disciplina del Extremadura antes de recalar de nuevo en el Don Benito y comenzar su retiro final con el Tello de Arco Miajadas.

Ahora Blázquez es consciente de que ya ha cerrado el círculo. "Parece que fue ayer cuando empecé a darle golpes a la pelota. Cuando algo te gusta parece que el tiempo pasa mucho más rápido", reconoce. La falta de tiempo para prepararse y mantenerse en su mejor nivel es el motivo de esta decisión: "Aunque la gente te vea bien, sabes que podrías estar mejor. No es sólo jugar partidos, se trata de estar bien, y no únicamente un mes, sino diez".

Las pequeñas cosas

El gran capitán miajadeño mira atrás y se niega a seleccionar recuerdos de ese vademecum de imágenes que le ha proporcionado su dilatada carrera. "No quiero quedarme con un solo hecho concreto, me quedo con todo lo positivo, sobre todo con los pequeños detalles". Asimismo, se cierra en banda y con el reparto de agradecimientos homenajea a los técnicos y futbolistas que han estado a su lado: "Yo he aprendido algo y me he formado con casi todos, incluso ahora".

Apenas faltan ya 15 días para que diga adiós al fútbol regional de primer nivel, porque del otro --el de las pachangas con los amigos, los domingos en la grada o frente al televisor, los consejos a las jóvenes promesas y el seguimiento de la actualidad balompédica extremeña-- nunca se desvinculará. Unicamente guarda una reserva: "Si dejo el fútbol por falta de tiempo para entrenar, tampoco tendré tiempo para ser míster, aunque sí me gusta la dirección técnica".