El trabajo de la temporada pasada ha terminado exitosamente. El trabajo de la próxima temporada empieza en un mar de dudas. El Extremadura Arroyo se ha ganado en la cancha el derecho a competir la próxima campaña en Superliga femenina, la élite del voleibol español, pero para ello debe conseguir antes la financiación suficiente. En ello está (no solo, por supuesto), Adolfo Gómez, Tate . Es el entrenador del equipo, sí, pero su labor en este humilde club abarca muchas otras tareas, como la de buscar el dinero para poder competir.

--¿Cómo se siente el ascenso a Superliga un mes después de haberlo conseguido?

--Con más satisfacción, si cabe. No hay que olvidar que es algo realmente importante, sobre todo porque se ha conseguido en un club humilde, pequeño, con una estructura mínima, pero que ha demostrado que con lo básico y el empleo de recursos de una manera efectiva se puede llegar a lo máximo en el deporte español.

--Son entonces como un ejemplo a seguir...

--Puede que sí, pero para conseguir lo que hemos conseguido se tienen que dar determinadas condiciones. Lo más importante de todo es que detrás de todo haya una persona como José Fragoso, el ideólogo de todo. Después nos hemos ido juntando un grupo de personas que amamos esto. Y por último, hemos contado con la ayuda de las administraciones. Primero el Ayuntamiento de Arroyo de la Luz, que siempre ha creído en este proyecto, después se han ido sumando diputación y Junta. Yo, que llevo ya mucho años en esto, sé que sin el apoyo público no se puede llegar al lugar en el que estamos.

--¿Y cómo está ahora ese apoyo público para competir en Superliga?

--Estamos hablando. Lo primero que estamos haciendo es ir a ver a la gente que te ha apoyado hasta ahora, a la gente que hace dos meses decía 'están muy bien, las vamos a apoyar cuando lo consigan'. Con ellos estamos hablando, con la Dirección General de Deportes, con la diputación, con el ayuntamiento. Las palmaditas están muy bien, me satisfacen un montón, pero no me hacen que llegue el día de mañana al culmen del trabajo. Llegar a lo más alto te satisface un montón, pero a estas alturas ya sé que todo es relativo. Por eso hay que disfrutarlo cuando viene.

--¿Hay algo cerrado, algún apoyo seguro?

--No. Hay cosas positivas, muchos tiras y aflojas. Tú crees que lo que has hecho es lo máximo, por el modelo de club, por ser de un entorno rural, por ser femenino, pero parece que eso no basta.

--¿Existe la posibilidad de que no se pudiera competir en Superliga?

--Sí, es una posibilidad que está ahí. El dinero ha ido mermando cada temporada. Hasta ahora hemos ido sobreviviendo a pesar de las reducciones de presupuesto. Hasta el 1 de julio se puede renunciar a lo que se ha conseguido y hasta el 5 de julio está abierto el plazo para la inscripción definitiva. Es decir, aún tenemos un mes para seguir trabajando e ir calibrando posibilidades.

--¿Tiene que ser muy grande el salto presupuestario?

--Puede que estemos hablando del doble. En Superliga 2 arbitrajes, licencias y cuota de inscripción era unos 15.000 euros. Eso mismo, en Superliga, es el doble. Además, en esta categoría hay dos equipos canarios, lo que incrementa el gasto en desplazamientos, ya de por sí muy elevado por ser nosotros un equipo que está en un extremo. Además, al ser una primera liga, hay unos condicionantes de contratación de jugadoras que los marca la normativa. Y si además se quiere reforzar el equipo... Eso es lo que le hemos mostrado a la Dirección General de Deportes, pero...

--¿Y el sector privado?

--Hace cinco años, cuando entramos en FEV, teníamos a 35 empresas que nos ayudaban. En este momento son 22, pero no de la misma manera. Hemos coincidido en el tiempo con un deporte importante, como es el fútbol, y a nosotros nos ha tocado la parte humilde. Pero la solución quizás no está en un patrocinador de 25.000, sino en 25 de mil, o muchos de cien. Hay que buscar fórmulas para que ese pequeño patrocinio sea posible. Y para ello es muy importante que la gente sienta suyo el equipo.

--¿Ven al club con posibilidades de salir en Superliga?

--Yo siempre soy positivo. Si no hubiese sido así a lo largo de mi vida, quizás no hubiésemos llegado con este proyecto donde lo hemos hecho. Cada año es igual, nunca hay dinero, pero luego siempre decidimos hacer el esfuerzo entre todos. En nuestra cabeza no hay otra cosa que no sea salir en Superliga.

--Tan centrado como está en los temas económicos seguro que no ha tenido tiempo en pensar en lo deportivo...

--Igual la confección del equipo sí la he pensado. Me gustaría seguir con las chicas que han conseguido el ascenso, es lógico. Pero también sé que la plantilla ha tenido algunos problemas porque era muy corta. Y si queremos competir en Superliga hay que tener una plantilla digna, a la que le fantan uno o dos puntos de calidad.

--¿Cómo se consiguen esos uno o dos puntos de calidad?

--Primero hace falta una colocadora experta. María Larrakoetxea nos ha ayudado muchísimo, pero es una chica joven, que venía de no jugar en equipos de Superliga y se ha tragado toda la temporada como un vendaval. También necesito una jugadora polivalente de ataque. Y aquí incluso puedo dar un nombre: me encantaría enormemente que Alba Sánchez, la jugadora de Moraleja, quisiese venir a Extremadura a jugar con un equipo extremeño y ganarse lo que todos sabemos, que es la mejor jugadora extremeña de todos los tiempos.

--Y la cantera, ¿cómo va?

--Ahora mismo es uno de nuestros 'debe'. Hemos tenido un pequeño desengaño que demuestra que no hacemos todas las cosas bien. Pero el próximo año trataremos de solucionarlo, destinando más recursos, cueste lo que cueste.