«Hemos entrado muy bien, hemos tenido acierto, hemos tenido espacios y hemos jugado más cómodos». Así analizó Adolfo Muñoz, entrenador del Cacereño, la holgada victoria de su equipo ante el Valdivia, donde fue clave abrir el marcador cuando apenas se habían disputado cuatro minutos. También fue clave el estado del césped del Príncipe Felipe, visiblemente mejorado. «Ha ayudado el campo, que estaba mejor. Con el césped así mejoramos en el juego, da confianza al jugador. Ha sido una mejora que se ha conseguido en apenas dos días», explicó el preparador verde. En cuanto a nombres propios, de Rodri dijo que «está cada vez mejor, la lesión ya está totalmente olvidada, nos va a dar mucho». Del bigoleador Dani Muñoz, su juventud, su capacidad de mejora y «su hambre de gol». De los ausentes, además de Keko y Carlao, Gabri Ortega no pudo jugar por un esguince y Chechu por una rotura de fibras en el gemelo. A ambos espera tenerlos el próximo domingo en Plasencia.

Mientras, Richi Tapia, técnico del Valdivia, dijo que su equipo quería dar la cara, pero el gol del CPC trastocó sus planes. J. J. T.