Quinto partido del Cacereño y cuarto en el que deja su portería a cero. Los verdes están haciendo de la fortaleza defensiva su base para crecer y así lo recalca su técnico, Adolfo Muñoz, después de cada partido. También lo repitió ayer tras superar por la mínima al Moralo. «Es importante hacernos fuertes en defensa y que no nos creen ocasiones. Y, a partir de ahí, nosotros siempre vamos a crearlas, porque las generemos. Pero todo hay que hacerlo partiendo de la intensidad y el orden defensivo». El de ayer fue un encuentro trabado entre dos equipos que presionan muy arriba, «poco vistoso», reconoció el preparador verde. «En líneas generales el equipo ha sido muy competitivo, ha tenido oficio», se congratuló Muñoz. No olvidó la parte de autocrítica, siempre necesaria para seguir mejorardo. «Nos ha faltado en algunos momentos, y creo que todos nos hemos dado cuenta, tener más el balón, sobre todo después del 1-0, cuando teníamos que juntarnos más, combinar más». Al final, en los últimos minutos, el Moralo gozó de alguna ocasión para igualar el encuentro.

Respecto del partido de Eloy Jiménez en punta de ataque en sustitución de Álex Rubio, Adolfo Muñoz elogió su trabajo. «Es soberbio, mueve muy bien a los centrales y deja espacios para que entre Marcos Torres o en diagonal Neto y Luismi». En cuanto a Alex Rubio, cree que estará disponible para el partido del domingo en Valdivia.

Diferente era la sensación de Diego Merino, entrenador del Moralo, que confesó sentir «rabia e impotencia» tras la derrota en el Príncipe Felipe. «Hemos hecho un buen partido, el empate o una victoria nuestra no hubiera extrañado a nadie». Se deshizo en elogios para el Cacereño, «un equipo diferente al resto, de los que te ahogan y no de dejan jugar. Parece difícil que este equipo se deje puntos atrás». JAIME J. TORBELLINO