Tras golear en el CD Badajoz con 17 años y formar parte del filial del Atlético de Madrid durante cuatro temporadas, Adolfo Muñoz logró tres ascensos, dos a Primera División en las filas del Real Murcia y el Logroñés y uno a Segunda B con el Cacereño. Jugó 59 partidos en cuatro temporadas en Primera. A dos años del medio siglo de vida, triunfa como técnico en el club que le vio nacer.

--Diez goleadas, 64 tantos, el quinto equipo español más goleador....El CD Badajoz va camino de batir récords...

--Les digo a los jugadores que no podemos ser conformistas. Siempre con el respeto al contrario, tenemos que emplearnos a fondo e intentar mejorar. No sé si soy demasiado exigente con ellos pero siempre les veo a todos un margen de mejora. Lo importante es que el jugador sienta cada día que puede aprender y mejorar para que se note en el aspecto colectivo. Todos los partidos son importantes y hay que trabajarlos con mucha humildad y seriedad porque hay un oponente enfrente que quiere ganar al líder. Fácil no hay nada.

--¿Cuál es la clave para que estén siendo tan superiores?

--El trabajo diario y que los jugadores cada día quieran mejorar y estén más seguros de que si el domingo anterior ganamos con solvencia en campos difíciles, esta semana no puede haber relajación, sino todo lo contrario.

--En su equipo, ¿todos los jugadores se sienten importantes?

--Cuando tengo una oportunidad intento dar minutos a los que juegan menos. El equipo funciona y pocas cosas se pueden cambiar, pero hablo mucho con los que menos juegan para que se esfuercen y estén preparados para sumar cuando salten al campo. El comportamiento de todos es excepcional.

--¿Le recuerda este Badajoz al que arrasaba en los años 80?

--Es distinto porque ahora hay mucha más igualdad. Hoy en día meter una goleada a un equipo no es fácil porque entrena igual que tú y tiene buenos jugadores. Aquello ocurría en una época en la que había muchas más diferencias. Quiero que los jugadores sepan que para ganar hay que ser muy solidarios en el trabajo y que nunca saquen pecho porque no se ha hecho nada.

--Y vuelve la ilusión...

--Nosotros tenemos que animar a la afición porque está teniendo un comportamiento con el equipo extraordinario. Los jugadores se sienten arropados y contentos porque saben que hay una masa social importante. Es clave la sintonía que hay entre equipo y afición y esto nos da mucha fuerza.