«La ilusión por ganar el partido era muy grande», reconoció Adolfo Muñoz, entrenador del Cacereño, tras el empate con el Coria, un resultado que le deja a cuatro puntos del líder Mérida, su próximo rival. «Vamos a ir al Romano a intentar ganar y que este punto luego sea importante, vamos a luchar hasta el final para ser campeones; habiendo puntos, todavía hay muchas opciones». En cuanto al partido de ayer, explicó que faltó intensidad en los primeros minutos y contundencia en la acción del primer gol cauriense. «Al principio, cuando había que tener más seguridad para que no nos hicieran ocasiones, hemos cometido errores». Pero también elogió la reacción del equipo para remontar un encuentro. «En algunos momentos ha hecho las cosas muy bien» y se lamentó por el arbitraje: «Parece ser que los equipos, cuando vienen aquí, lloran un poquito y quien tiene que decidir lo tiene en cuenta. Las primeras acciones han sido tres o cuatro entradas de amarilla y resulta que a la quinta, nos la enseña a nosotros. Estoy harto de esto, de esta situación que se repite cada semana aquí».

Mientras, Alberto Urquía, segundo entrenador del Coria, aseguró habían estado bien, «valientes, han dado la cara; hubiese sido injusto no llevarnos algún punto, incluso hemos merecido ganar». El punto sentó mejor al conjunto celeste, aunque la lucha por la cuarta plaza se aprieta: «Todavía queda mucho, hay que seguir apretando». J. J. TORBELLINO