Tras sufrir el miércoles una humillante goleada en el Bernabéu ante el Real Madrid (4-1), la plantilla del Barcelona se entrenó ayer a puerta cerrada en el Miniestadi, pero ni aún así se libró de escuchar los gritos de reprobación de los aficionados, quienes hicieron público su malestar contra los jugadores y el cuerpo técnico. Rijkaard y sus futbolistas tuvieron que escuchar una sonora pitada, gritos de "fuera, fuera" y toda clase de improperios de un reducido grupo de aficionados a la salida del Mini. A Eto´o y Deco les acusaron de ´borrarse´ del partido del Bernabéu, a Thuram le pidieron la jubilación e incluso a Rijkaard un aficionado le puso, frente la ventanilla de su coche, la portada de ayer del ´Sport´, en la que puede leerse "habéis deshonrado la camiseta".