Muchos apuntan a que el ambiente que se genera en el pabellón Ciudad de Plasencia recuerda mucho, muchísimo, al que había en el de Cáceres cuando el equipo de la capital logró el ascenso en 1992. Los excelentes resultados y un juego espectacular han hecho que el lleno en las gradas del polideportivo jerteño esté asegurado, ignorando las tentaciones como la final de la Copa del Rey de fútbol por televisión el pasado miércoles. Por su parte, la afición cacereña no es que haya abandonado a su equipo, pero ya se venía percibiendo en la ACB un descenso en el grado de ilusión. Los vaivenes institucionales que se han vivido en el nuevo proyecto tampoco han favorecido a la implicación de la hinchada, desmoralizada por las malas noticias. Los números en cuanto a asistencia son similares en una ciudad y en otra, pero el calor es claramente menor en el multiusos cacereño.