"¡Aussie, aussie!" era el grito atronador con el que los 15.000 aficionados que llenaban la Rod Laver Arena animaron a Jelena Dokic en el partido contra la rusa Alixa Kleybanova, a la que ganó por 7-5, 5-7 y 8-6. La afición australiana ha adoptado a la tenista de origen serbio en su corazón después de resurgir del infierno de una depresión, a la que llegó tras una tormentosa relación con su padre Damir. Dokic, de 25 años, que llegó a ser la número 4 del mundo en el 2002 y semifinalista en Wimbledon, ocupaba el puesto 187º antes de empezar el torneo, invitada por los organizadores.