«El parón, al final, me ha venido bien», dice entre risas Iván Agudo. El jugador del Cacereño ha marcado dos de los cinco goles del conjunto verde en los partidos de preparación para el playoff Metió un tercero en Linares el pasado jueves, «pero lo anularon por fuera de juego». Ha vuelto el futbolista como un tiro del confinamiento. Tanto, que asegura estar en su mejor momento del año.

Llegó Iván Agudo (Castellón, 28 de junio de 1993) al Cacereño a finales del mes de enero y apenas tuvo tiempo de jugar 114 minutos antes de que el coronavirus se llevara todo por delante. Participó en cuatro partidos, solo uno de ellos de titular, el último en Azuaga (0-1). A las dificultades de entrar a mitad de temporada en un equipo ya construido se sumaba su inactividad por lesión durante la primera parte del campeonato, cuando militaba en el Guijuelo. «Yo venía un poco lastrado de la primera vuelta y ahora es como si todos hubiéramos empezado de cero», añade para explicar su buen momento de forma.

Tras cinco semanas de preparación, ve tanto a sus compañeros como a sí mismo listos para jugar contra el Coria. Es más, están deseando que llegue ese momento. «Si pudiéramos jugar mañana, jugaríamos mañana mismo», indica con entusiasmos este jugador que se desenvuelve bien en todas las posiciones de ataque, desde la media punta hasta la de ‘9’ puro pasando por ambos extremos. Pero si algo le gusta, dice, es «dar el último pase, el uno contra uno, atacar siempre». Y claro, «meter goles no está mal».

Pasado, presente y futuro

Se crió en el Villarreal, «desde niño hasta el filial», y su referente lo encuentra ahí mismo, en la época dorada del submarino amarillo. Antes de desvelar quién es aclara que no tiene nada que ver ni con su posición ni con su forma de jugar. Se trata de Riquelme, que guió al equipo levantino hasta las semifinales de la Champions. «Me encantaba ver el Villarreal de Riquelme, ¡era espectacular! Yo era un crío y para mí era Dios en ese momento».

Tras el Villarreal llegó el Elche Ilicitano, con el que ha jugado su única fase de ascenso a Segunda B («llegamos hasta la última eliminatoria, donde nos eliminó el Osasuna B»); el Badalona, la Cultural Leonesa, el Lleida, un año en el Recreativo de Huelva y el Guijuelo, hasta aterrizar en el Cacereño, donde llegó para media temporada con opción a otra sujeta a unos objetivos que el coronavirus ha impedido cumplir. «Ahora solo pienso en el Coria, en hacer algo bonito con el Cacereño; del futuro ya se hablará».

Para superar la eliminatoria ante el Coria cree que el Cacereño debe mirarse a sí mismo, «ser protagonista del partido, ir a por la victoria desde el minuto 0». Y debe ser así independientemente de que el empate favorezca al conjunto celeste. «Si fuese al revés, creo que nuestro guion del encuentro no variaría nada».

A Iván Agudo le gusta que pueda haber público en la grada del Romano. «Si no hay público parece menos playoff, reconoce, aunque también afirma que cuando el balón empieza a rodar, «ya no piensas en lo que hay fuera». Habrá gente en la grada, 1.250 espectadores por equipo, y el jugador verde espera celebrar con los suyos una victoria el día 19 y un ascenso el 25. «Yo creo que todo va a salir bien», pronostica.