VALENCIA 1: Palop, Garrido, Ayala, Pellegrino, Fabio Aurelio, Albelda, Baraja, Rufete (Reveillere, m.82), Aimar, Vicente (Carboni, m.64) y Carew (Mista, m.69).

SEVILLA 0: Notario, Redondo, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David, Njegus (Víctor Salas, m.46), Torrado (Gallardo, m,52), Sanways, Arteaga, Marcos Vales y Toedtli (Antoñito, m.74).

GOL: 1-0, m. 33: Aimar.

ARBITRO: Téllez Sánchez (colegio catalán). Amonestó a Ayala y Albelda por el Valencia y a Sanways y David por el Sevilla.

INCIDENCIAS: Terreno de juego en buenas condiciones.

Un gol de Pablo Aimar en el primer periodo dio los tres puntos al Valencia en un partido de superioridad del equipo local, que falló muchas ocasiones de gol, ante un rival que sólo dispuso de una en el primer tiempo y que únicamente se animó a buscar el empate en el tramo final del partido.

La triple ´A´ del Valencia (Ayala, Albelda, Aimar) dirigió el encuentro con la ayuda del brasileño Fabio Aurelio, en un duelo en el que, a pesar del dominio local, la falta de acierto volvió a ser la laguna más clara de los jugadores de Rafa Benítez, que, sin embargo, volvieron a ganar en casa, tras dos partidos sin lograrlo.

Todo lo que ocurrió hasta el gol (m. 33) era previsible. El Sevilla se mostró como un equipo rocoso en defensa, trabajador en el centro del campo y sin apenas presencia en ataque, lo que obligó a los valencianistas a llevar la iniciativa, sobre todo por medio de Aimar.

OPCION VISITANTE

Antes del gol, la oportunidad más clara fue la única que tuvo el Sevilla en el primer tiempo: un buen cabezazo de Toedtli (m. 17), que Palop neutralizó con acierto.

Al Valencia, a pesar de su dominio territorial, le faltaba profundidad por las bandas y su juego ofensivo se reducía a las galopadas de Aimar con el balón en los pies, que casi siempre eran neutralizadas por los defensores sevillistas al borde del área.

Las oportunidades, no obstante, eran para Aimar, que a los diez minutos del segundo periodo ya había podido resolver el encuentro ante un rival que, aunque avanzó sus líneas e incrementó la posesión de balón, no conseguía ni tomar el mando del partido, ni crear ocasiones.

El ritmo del encuentro descendió a medida que se aproximaba el final, ya que el Valencia estaba cada vez menos dispuesto a arriesgar y el Sevilla no encontraba el hueco para sumar cuanto menos un punto.