Buenas caras. Intensidad y concentración. Ningunas ganas, aparentemente, de que la temporada acabe mañana, a eso de las diez de la noche. El penúltimo entrenamiento del Cáceres antes de recibir, mañana (20.30 horas), al River Andorra en el tercer partido del playoff final seguro que animaría a quienes aún dudan si comprar el abono que incluye la entrada del cuarto, el próximo domingo.

El vestuario clama que esto no puede acabar así, que se ha llegado demasiado lejos como para ahora bajar los brazos. No se corresponde con el espíritu de este equipo, de un creciente vigor juvenil. "Tenemos que creer todos. Primero nosotros y después la gente. Nosotros creemos, pero es muy difícil. Mirar al quinto partido sería un error. Hay que mirar al tercero y eso sí que hay que ganarlo", dice uno de sus líderes espirituales, Roberto Morentin. Y todo pese a que, al igual que Pedro Robles, los únicos treinteñeros del grupo, nunca ha conseguido remontar un 2-0 desfavorable en un playoff a cinco encuentros.

Para alimentar ese optimismo, Morentin apunta que "recuperar el tono físico durante esta semana nos va a ayudar bastante. Es una semifinal para un ascenso. Tenemos que estar al nivel para afrontarla con garantías. En el segundo partido nos pasan físicamente por encima, sobre todo después del descanso. No es una excusa, es una realidad".

Morentin fue la temporada pasada compañero de Dani Pérez en Menorca. El base titular del Andorra no jugará mañana ni el resto de la serie, un teórico punto a favor para el Cáceres. "A mí no me ha gustado. Quería que estuviese aquí para que no fuese una excusa. A priori es más fácil sin él, pero ellos son más en el equipo", explica el pívot.

UN DESAFIO En la misma línea está Antonio Peña. El ala-pívot dominicano considera lo que ocurrirá este fin de semana como "un desafío que aceptamos. Como jugadores de baloncesto vamos a intentar duro hasta el final, no ponérselo fácil al rival. Tenemos que mantenernos unidos como grupo".

Tras apuntar que su pierna está totalmente recuperada de los problemas musculares con los que llegó a Andorra, define la derrota del domingo como "un mal partido".

Y, mirando al futuro, asegura "no tener ni idea" de lo que ocurrirá la próxima campaña, aunque expresa su deseo de "continuar aquí". "Primero vamos primero a terminar esta", advierte.

EL 'NUEVO' BASE Más autocrítica pone Braydon Hobbs. "No jugamos todo lo bien que sabemos en Andorra. Tenemos que mejorar mucho para poder ganar estos dos que vienen ahora. Primero uno, luego otro. Queremos ganar. No estamos hartos de la temporada", indica el base-alero norteamericano, feliz por sus minutos como '1' ("desarrollo mejor mi juego ahí, como en la universidad").

"Desde el principio dijimos que teníamos que encontrar nuestro momento y ha sido al final de la temporada --apostilla--. Empezamos a ganar fuera quizás muy tarde, pero fue lo suficiente para jugar los playoffs y aquí estamos, luchándolos tras ganar al Breogán. Espero que la temporada no se acabe este fin de semana".

A CORTO PLAZO Por último, Richard Nguema pide "pensar a corto plazo, a ver si el viernes nos sale un buen partido, que todavía no hemos terminado de hacerlo en esta serie, y luego ya pensar en el domingo. Podemos volver el martes allí".

En su opinión, para ir 2-0 abajo ahora, "se nos juntó el viaje de Lugo con el de Andorra. Había cansancio, pero ahora ya estamos bien, después de estos días aquí. A estas alturas no estás ya tan fresco, pero hay que seguir adelante. Hay que acabar lo mejor posible por nosotros y por Cáceres".