-131 en los últimos cinco partidos: -41 en La Seu, -17 ante el Valencia, -28 ante el Girona y el histórico -48 el pasado sábado en la pista del Ensino Lugo, con el único paréntesis gozoso del 64-67 en la cancha del colista, El Pastor Zamora. La situación del Nissan Al-Qázeres Extremadura parece como algo más que una simple gripe invernal fruto del duro calendario. ¿Qué le pasa al equipo de Ricardo Vasconcelos, cuyo juego y resultados habían cautivado en la primera parte de la temporada?

Pérdida de agresividad

Si algo caracterizó al Al-Qázares durante las jornadas iniciales fue su gran nivel defensivo, encajando pocos puntos tanto en las victorias como en las derrotas. Sorprendió sobre todo su capacidad para presionar en toda la pista incluso bien avanzados los encuentros, superando el posible cansancio. Sin embargo, todo empezó a cambiar en La Seu (91-50, 57-21 ya al descanso). El 64% en tiros de dos puntos y 45% en triples del oponente son marcas muy altas.

Hubo mejoría después ante el Valencia Basket (40-57), pero en las dos últimas derrotas se ha ‘vuelto a las andadas’, especialmente en Lugo. 100 puntos en contra es una exageración: 68% en tiros de dos y 50% en triples nada menos por parte del rival, que lanzó a menudo prácticamente solo. Y en caso de fallo, solía haber segunda opción: la inferioridad en el rebote conllevó un total abuso: 48-16 es una estadística difícil de ver.

Sin soluciones en ataque

El equipo no ha encontrado la solución en una mayor producción ofensiva. Hubiese sido raro porque ni siquiera en las victorias se ha mostrado como una máquina ofensiva engrasada. Casi resulta un milagro llevar ya cuatro triunfos cuando se tiene el porcentaje en tiros de dos puntos más bajo de la liga (38,3%) y el tercero peor en triples (25,6%, solo mejor que El Pastor y Campus Promete).

La que había sido la principal referente, Jennie Simms, ha empeorado sus porcentajes notablemente, sobremarcada a menudo. Ahora está en 13,8 puntos, alejada de los 20 que había asegurado en las primeras jornadas. El equipo debe encontrarla porque si no lo tendrá muy difícil.

El papel de segunda espada para aligerarla de atención se reparte mucho entre Laura Ferreira, Paula Ginzo (9 de media ambas), Bozica Mujovic (8,8) y Arica Carter (8). Dolorosamente llamativo está siendo el escaso acierto de la base norteamericana, que llegaba con la vitola WNBA: 33,3% en tiros de dos puntos (19 de 57) y 23,4% en triples (11 de 47). Una agónica canasta suya decidió ante el Mann Filter, pero aparte de eso no ha generado noticias positivas. Tampoco en otros aspectos del juego: su valoración media es de 1,4, una de las más paupérrimas de toda la competición entre las extranjeras.

‘Segunda unidad’ yerma

La idea este verano era configurar una plantilla más larga que las de años anteriores. Pero el panorama no parece haber mejorado: más allá del núcleo principal y la habitual primera reserva, Laura Ferreira, las aportaciones son muy escasas. Dragana Domuzin, María Romero --de baja ahora-- Julia Melina -lesionada durante pretemporada y que no debutó hasta la jornada 6- no pasan de dar relevos muy concretos y de producción ínfima.

Dos pívots protagonizan casos impactantes. Miriam Forasté, en su cuarto año en Cáceres, promedia 3,5 puntos y 2,1 rebotes en 24 minutos. Su 4,3 de valoración es la mitad de lo que acreditó la pasada campaña (8,8) jugando casi lo mismo (23). Por su parte, Khadidiatou Diouf, cuestionada desde que bajó del avión, cumple más o menos en el rebote (4,1), pero naufraga en ataque (2,9 puntos con un 24,3% de acierto).

Y, pese a todo...

Con este panorama sorprende mantener un margen de seguridad respecto a los dos últimos puestos que suponen el descenso e incluso conservar opciones serias de ir a la fase final de la próxima Copa de la Reina.

Con los cuatro triunfos, Zamora (uno) y Bembibre (dos) están todavía lejos y lograr el objetivo de la salvación parece bien enfilado. Y si el Al-Qázeres logra atenuar sus dificultades y vence tanto a Araski (el sábado a las 13.00 en el Serrano Macayo) como al Campus Promete (la jornada siguiente en Logroño), estará muy probablemente clasificado para la cita de Salamanca, en la que se meten los ocho mejores de la primera vuelta.