Al-Qazeres Extremadura y Lacturale Araski se enfrentarán el domingo (12.00 horas, Serrano Macayo) por tercera vez en su historia. La rivalidad no es, pues, muy larga, pero sí muy intensa. La pasada temporada, que terminaría de forma feliz para ambos con el ascenso de categoría en el mismo escenario del partido, protagonizaron dos encarnizados encuentros que dejó algunas ‘cuentas pendientes’ a nivel deportivo.

Nada raro si se trataba de dos equipos muy competitivos que luchaban por los primeros puestos en el grupo B de la Liga Femenina. El 77-67 en Cáceres del 21 de noviembre del año pasado puede llevar a engaño porque realmente las locales sufrieron mucho para conseguir la victoria, que era la octava consecutiva. Las vitorianas dominaron el primer cuarto (15-24) y entraron en el último con una pequeña ventaja, pero tres triples consecutivos de Vero Sánchez acabaron rompiendo el partido.

El triple de Arrate Agirre

Unos meses después, el 5 de marzo, el Al-Qazeres salió muy dolido de Mendizorroza, donde encajó la segunda de las tres únicas derrotas que sufrió en toda la temporada. Parecía tener controlada la situación, con diez puntos de ventaja faltando nueve minutos. Una briosa reacción del Araski le dio la vuelta a la situación, culminando su remontada con un triple de Arrate Agirre casi sobre la bocina (66-64).

Extremeñas y vascas no llegaron a cruzarse en la fase de ascenso de abril que tanta felicidad dio a ambos clubs, pero ahora sus caminos vuelven a cruzarse y con mucho en juego. Lo que se disputan es la condición de ‘equipo revelación’ y dar un paso enorme de cara a la clasificación para la fase final de la Copa de la Reina, que conllevaría también la permanencia en la Liga Femenina. Siendo nuevos en la categoría están cumpliendo con creces con las expectativas: el Araski contabiliza un balance de 6 victorias y 3 derrotas, mientras que el Al-Qazeres lleva un 5-4 que también le llena de orgullo.