El Al-Qazeres le enseñó al GBP de Badajoz lo dura que puede ser la Liga Femenina-2. Con un rotundo 84-45 dejó claro que quiere la Copa de Extremadura en sus vitrinas. Así será salvo cataclismo impensable en la vuelta dentro de una semana en la capital pacense.

El conjunto de Jacinto Carbajal, puntero la temporada pasada y con vocación de serlo en esta también, descuartizó sin mucha piedad a un recién ascendido que mostró muchas carencias, tanto en la configuración de su plantilla (falta calidad en el interior) como en su grado de conjunción.

No hubo partido desde el principio, y eso que al Al-Qazeres le faltó Carla Nascimento, su base titular, con un fuerte esguince de tobillo. Los parciales fueron gigantescos para abrir hueco en el primer cuarto (29-10) y dejar sentenciado todo al descanso (48-18). Las locales parecieron bajar algo el pistón después, sobre todo porque ya no corrieron con tanta comodidad el contrataque, pero ya dio exactamente igual. La sangría estaba ya organizada. Destacó especialmente Minata Keita, dentro del prometedor nivel mostrado por las otras incorporaciones, Patri Benet y Callan Taylor. Tiene muy buena pinta el proyecto, aunque eso también le obligue a estar arriba, con la presión que conlleva. En el GBP nadie se salvó.

Un último apunte: hace bien la Federación Extremeña en recuperar esta competición, que sirve para preparar la temporada, pero no la dignifica si no establece un servicio de estadísticas.