Nuevo reto planteado para el Al-Qazeres, que juega esta tarde (19.30) en Pontevedra ante el Arxil, un clásico de la Liga Femenina 2. Conseguir la décima victoria consecutiva es el objetivo para el líder indiscutido e indiscutible del grupo A, pendiente aún de concretar un fichaje que previsiblemente llegará la próxima semana.

"El Arxil se ha quedado en la mitad de la tabla, lejos de abajo y descolgado por arriba. Querían pelear por estar entre los cuatro primeros, pero algún cambio de jugadora y las lesiones le han impedido estar ahí", juzgó ayer el entrenador cacereño, Jacinto Carbajal, quien avisó, sin embargo, sobre la dificultad del rival y también del "viaje largo" hasta la ciudad gallega como principales enemigos.

RIVAL INCOMODO Carbajal incidió en el bloque de jugadoras del Arxil y el poder reboteador de Yannick Bordon como su principal individualidad en contra, para incidir después en la condición de "equipo incómodo" del rival, aunque sí señaló que "si hacemos las coass bien, la victoria será nuestra, aunque fácil no será".

Se quiera o no, en el cuadro extremeño se piensa ya en la disputa de la fase de ascenso a la máxima categoría, el verdadero objetivo para esta temporada. Restan aún dos meses y medio para que llegue el momento, pero el Al-Qazeres es líder destacado y es bastante evidente que se clasificará entre los cuatro que se jueguen subir. ¿Relajación? "No. Sabemos que es una carrera de largo recorrido y va a ser importante llegar bien".

"Hay que estar a tope en esos días", dijo a los periodistas Carbajal, que sí opinió que, "quizá, el sistema de competición no es el más justo" por el hecho de que el campeón, por ejemplo, no cuente con ventaja alguna. De momento, solamente vale pensar en el Arxil.