Hay un entusiasmo que contagia en casi todo lo que hace el Al-Qazeres. La amarga experiencia de hace poco más de un año, cuando descendió de la Liga Femenina, no parece haber erosionado la fe en sí mismo que tiene un proyecto que se dio un baño de autoestima ayer con su presentación en sociedad.

La temporada que arranca este miércoles (20.30 horas, Serrano Macayo) ante el Gernika es igualmente histórica a la de hace dos, se atrevió a decir el presidente del club, Alfonso Sánchez. «Volvemos con más fuerza que nunca», sentenció, poniendo de relieve que fue una entidad «que iniciamos cuatro locos y luego ha ido poco a poco».

Sánchez sacó pecho sobre la gestión económica. «Siempre jugamos donde nos corresponde», destacó, agradeciendo la colaboración de las instituciones y garantizando que las jugadoras «están identificadas con la ciudad ya la región y lo van a dar todo».

A su lado asintieron el concejal Pedro Muriel y la directora general de Deportes, Conchi Bellorín. «Volvemos a la élite gracias a la responsabilidad del club», sostuvo el edil, que representaba a la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado. No faltó en su argumentación el llamamiento a la afición porque «tenemos un lujo pudiendo disfrutar quizás del mejor baloncesto femenino de Europa». A las componentes de la plantilla les pidió que fuesen «embajadoras» de la ciudad.

Bellorín, otra habitual de la grada del Macayo, no perdió la oportunidad de destacar la lucha por la igualdad que representan equipos como el Al-Qazeres y garantizó el apoyo de su dirección general. La también judoca sostuvo que en el deporte no cree en la suerte y sí «en la perseverancia en el trabajo». Se dirigió directamente a las jugadoras: «Es un orgullo que llevéis a Extremadura fuera de aquí. Vais a tener mucho cariño detrás».

la reválida de carbajal / Jacinto Carbajal cerró el acto, que tuvo lugar en el hotel Barceló V Centenario. «Para nosotros es una reválida intentar mantener al equipo en la máxima categoría. Vamos a dejarnos la piel», indicó el entrenador. No faltó su apelación a la configuración del equipo y su comparación con lo sucedido hace dos temporadas, con él también a los mandos. «Creo que hemos hecho mejor los deberes que en la anterior ocasión, con más experencia», aseveró.

El Al-Qazeres también quiso dar protagonismo a otro club de la ciudad con el que está vinculado, el ADC. Su presidenta, Ana Álvarez, deseó que hubiese «muchos niños en el pabellón en cada partido» y esperó «seguir creciendo juntos».

Las jugadoras asistieron felices a tantos buenos augurios. En sus manos estará, a lo largo de 26 partidos de liga regular, evitar una de las dos últimas plazas para poder conseguir algo inédito: que un equipo extremeño logre por fin la permanencia en la máxima categoría del baloncesto femenino nacional. H