La primera canasta para volver a la Liga Femenina ya la ha metido el Al-Qazeres, que será el organizador de la fase de ascenso del 28 de abril al 1 de mayo. La Federación Española de Baloncesto, por vía de la Extremeña, confirmó ayer el pabellón Serrano Macayo será el escenario en el que se decidirán dos plazas en la máxima categoría a lo largo de cuatro días y 14 partidos.

"Es una muy buena noticia. Ya ha habido mucho trabajo para llegar hasta aquí, pero ahora viene todavía más trabajo. Y estamos encantados por ello. Nos hace muchísima ilusión", dijo, apenas unos minutos después de conocer la noticia, Alfonso Sánchez, el presidente del club cacereño. Su satisfacción resultaba evidente porque se supone que supondrá una ventaja a nivel competitivo para su equipo. "Esto nos mete más presión, más responsabilidad, pero si juego una final, quiero jugármela ante mi público, con mis canastas, en la pista a la que estoy ya acostumbrado", analizó.

El favoritismo, reconoció, recae en la plantilla que dirige Jacinto Carbajal, campeón del grupo A desde hace un par de jornadas, y el Fundal Alcobendas, que también ha asegurado el primer puesto del B con bastante holgura. "En todo caso, creo que va a ser una de las fases más igualadas de los últimos años. No se ve que haya ningún equipo flojo ni que esté 'de relleno'. Todos los rivales será duros y al que suba le costará muchísimo lograrlo, seguro", indicó el máximo mandatario cacereño.

La única duda de cara a la última jornada de la fase regular, que tendrá lugar el sábado, es si el grupo de Al-Qazeres, Snatt's Sant Adriá y Rivas Futura lo completará el Ciudad de los Adelantados o el León Cuna del Parlamentarismo, con ventaja para las canarias. Mientras, en el otro estarán con toda seguridad Fundal Alcobendas, Araski, GDKO Ibaizabal y Leganés. Los dos primeros de cada grupo jugarán en aspa las finales del domingo con el ascenso como premio.

AGRADECIMIENTOS Sánchez puso mucho interés en agradecer públicamente el apoyo de las instituciones --sobre todo, a nivel personal, al concejal Pedro Muriel y a la directora general de Deportes, Conchi Bellorín-- y también a la Federación Extremeña, con la que el club ha trabajado codo con codo en la elaboración del proyecto. "Jesús Luis Blanco --el presidente-- nos ha ayudado mucho", amplió.

En realidad, el camino estaba allanado desde que el Araski y Vitoria retiraron la candidatura que estaban preparando. Cáceres se quedó sola en la competición con el Ibaizabal y la localidad vizcaína de Galdákano. La Federación Española acabó finalmente apostando por la experiencia organizativa del Al-Qazeres, que ya tuvo la misma responsabilidad en el 2013.

A POR EL LLENO La intención es que el Serrano Macayo sea una fiesta durante los cuatro días de la fase. Se trata de un recinto no muy grande, con unos 1.500 espectadores de aforo, lo que hace que se considere factible llenarlo, sobre todo en los partidos del anfitrión.

"Nosotros no buscamos el éxito económico, sino el social. Trataremos de sacar unos abonos que sean asequibles para todo el mundo y que nuestro equipo esté apoyado lo máximo posible desde la grada. Estamos pensando en iniciativas como implicar a los colegios", desveló el presidente del Al-Qazeres.

La plantilla verdiamarilla también acogió con alegría poder jugarse el ascenso en casa. Reeditar el éxito conseguido en Logroño en el 2014 está ahora un poco más cerca.