64-Kutxabank Araski: Tamara Abalde (5), María Asurmendi (5), Laura Quevedo (17), Jay Brown (15), Seda (6). También jugaron: García (8), Molinuevo, Pardo (2), Berezhynska (2) y Pérez (4).

54-Alter Enersun Al-Qázeres: Alexis Jones (6), Vicky Llorente (7), Eleanna Christinaki (14), Marve Aydin (14), María Fasoula (4). También jugaron: María Romero, Alexa Hart (4) e Irene Lahuerta (5).

Marcador por cuartos: 16-17, 25-23 (descanso), 48-37 y 64-54 (final).

Árbitros: Francisco Bravo Loroño, Fracisco Javier Terreros, José María Areste. Sin eliminadas.

Incidencias: Primer encuentro de la segunda vuelta de la Liga Femenina disputado en el Pabellón Mendizorroza de Vitoria.

El acierto en el tiro exterior de Araski, sobre todo en el tercer y último cuarto, condenó a un Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura mucho más errático en ataque que no pudo sumar (64-54).

Comenzó el encuentro en Vitoria con mucha igualdad. Los dos equipos plantearon un partido basado en las defensas y desde el inicio trataron de hacerse fuertes en sus posiciones. La intensidad era máxima, tanto en la pista como en el electrónico, que tras los primeros tres minutos disputados arrojaba un igualado 6-6.

Una pérdida de balón de la debutante Jones supuso la primera renta considerable en el electrónico, colocando a las locales con cuatro puntos de ventaja (10-6). Eso hizo reaccionar a las extremeñas, que tirando de oficio y forzando personales conseguían darle la vuelta al marcador mediado el cuarto (10-11). A partir de ahí, el equipo de Jacinto Carbajal consiguió ir siempre un paso por delante de su rival, llegando a tener una ventaja de tres puntos a falta de 39 segundos para el final del primer cuarto (14-17). Pero en la última acción Berezhynska forzaba la personal a favor de las locales. Y no perdonaba y dejaba el luminoso en 16-17.

Ya en el segundo cuarto las defensas se impusieron claramente a los ataques, con dos equipos que defendían al límite de la legalidad y que apenas dejaban maniobrar al rival. Así, las canastas llegaban con cuenta gotas y con seis minutos disputados el parcial era de 3-2, lo que dejaba el marcador en 19-19. Trataban las extremeñas de romper esa dinámica metiendo una marcha más a su juego, pero Araski no cedía terreno, presionaba muy arriba y bajaba bien a las ayudas, haciendo que su rival probase con lanzamientos forzados que no entraban, lo que mantenía la igualdad en el marcador hasta el minuto 18 (01:51, 23-23).

También las vitorianas tenían muchos problemas para atacar el aro contrario y las rotaciones no acababan de funcionar. Solo Pérez, en el último segundo del cuarto, conseguía romper la igualdad y dar ventaja a las jugadoras alavesas (25-23).

Tras el descanso los dos equipos trataron de romper la dinámica en que había entrado el partido y el juego se abrió, con continuas idas y venidas de un aro a otro. Eso sí, con poco cierto tanto en un bando como en el otro. Aún así, el marcador se movía ahora con mas alegría, aunque nadie conseguía dejar atrás al rival y se sucedían las alternancias en el luminoso, llegándose al minuto 24 con empate a 32 puntos.

DESDE FUERA / A partir de ahí, sin embargo, las cosas se torcieron para Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura. Araski encontró la solución a sus problemas desde el exterior, con dos triples consecutivos de García y Quevedo que las disparaban en el luminoso y sembraban las primeras dudas considerables en el cuadro extremeño, que daba la sensación de tener menos recursos para romper el partido (38-32, minuto 25).

Jones y Hart dieron algo de aire a las extremeñas, que volvían a meterse en la pelea (40-37, minuto 27), pero otros dos triples, ambos de Quevedo, suponían un nuevo jarro de agua fría para las visitantes, que veían como a 39 segundos del final del cuarto las vitorianas se iban de once puntos (48-37).

Le iba a tocar remar contracorriente a las visitantes en el último cuarto, y trataron de hacerlo recuperando el control defensivo. Había que dormir el partido y, sobre todo, cerrar bien sobre Quevedo. Lo consiguieron las extremeñas en los primeros minutos de este cuarto decisivo, generando muchos problemas a un Araski al que le costaba salir con el balón controlado. Sin embargo, los problemas ofensivos de las visitantes se mantenían, lo que les impedía recortar demasiado las distancias (48-41, minuto 32).

Pero Brown tomó el relevo a Quevedo (las dos exjugadoras del Al-Qázeres) y un triple suyo volvía a colocar a las locales con 10 puntos de ventaja (51-41). A partir de ahí el juego en la pista volvió a igualarse, pero en el intercambio de canastas solo ganaba Araski, que conseguía mantener su renta siempre en torno a los diez puntos ante un Extremadura que cada vez estaba mas cansado y al que no le quedaban ideas para revertir la situación.

No pudo ser y esos mismos diez puntos de diferencia se mantuvieron hasta el final del choque.