El Nissan Al-Qázeres Extremadura va a cambiar cromos para intentar mejorar su juego y resultados en la segunda vuelta con el objetivo de no pasar apuros. A primera hora de la mañana de ayer anunció la desvinculación de Khadidiatou Diouf (con posible destino en un club de Liga Femenina 2) y en los próximos días espera confirmar la llegada de su sustituta, con la que hay un compromiso ya pactado. El acuerdo con Josefin Vesterberg, pívot sueca de 26 años y 1,90 de estatura, se está ultimando.

Diouf se marcha con unos promedios de 2,3 puntos y 4 rebotes en 17 minutos y no ha podido ofrecer las dosis de intimidación que se esperaban de ella cuando se la incorporó. Prácticamente desde el verano estuvo cuestionada. El club cacereño ha dado una explicación pública argumentando que «ha recibido una oferta deportivamente mejor para su carrera» y agradeciéndole además «su gran profesionalidad, esfuerzo y trabajo». «Le deseamos mucha suerte en su nueva etapa profesional y personal», añadía en un comunicado.

Su más que probable sustituta es Josefin Vesterberg, de mayor experiencia en el basket europeo y más altura. Ha jugado en el MBK Ru?omberok (2013-14), el Northland Lulea (2014-16), el Umea (2016-18) y el Kangoeroes Mechelen (2018). En esta campaña había vuelto al Lulea, disputando la segunda competición continental, la Eurocup, y ahora encara su primera aventura en España. También ha sido internacional con su país.

DEBILIDAD / Mientras, el técnico, Ricardo Vasconcelos, que no trató de este asunto tras la contundente derrota ante el Gernika del viernes, analizó: «Ha sido un partido muy difícil para nosotros. Al final volvemos a tener sensaciones que hacía un tiempo que no teníamos».

«Muy débiles en la defensa, muy débiles en la pintura, muy débiles jugando en ataque con la presión, volviéndonos muy locas, muy poco control durante todo el partido», enumeró el técnico portugués del equipo extremeño de la Liga Femenina Endesa.

El entrenador incidió en la superioridad del cuadro vasco, pero también en el mal encuentro de las suyas. «Está claro que son mejores, pero nosotros queremos jugar como sabemos jugar. No podemos estar nada contentos y sobre todo con la forma con la que mentalmente nos dejamos caer. Fuimos frágiles muy pronto», comentó a los periodistas.

El técnico se quejó de que el Gernika hubiera anotado «fácil» durante todo el encuentro, «con movimientos en la pintura, sin balón...» y lamentó que «si tú en ataque no tienes clarividencia, con las jugadoras perdidas, sin saber qué sistema estás jugando, al final... sobre todo creo que presionaron mucho con un físico muy fuerte y reaccionamos mal a a esa presión».

«Cuando a un equipo como el Gernika «le dejas que se vaya 10-15 puntos arriba ya es muy difícil, es complicado volver al partido». Según Vasconcelos, lo que realmente desarma a su equipo es «perder la identidad y no jugar el baloncesto que trabajamos. Si perdemos ante Gernika no tiene que hacer daño al equipo. Perder la primera parte como la hemos perdido sí».

¿Hay margen de mejora en la segunda vuelta?, se le cuestionó. Y el luso respondió que «la segunda vuelta es larga y las plantillas justas sufren mucho, pero tenemos que buscar soluciones a lo que ha pasado, sobre todo en la defensa de pivots».