Las elecciones a la presidencia de la Federación Extremeña de Baloncesto tendrán dos candidatos: Martín Fariñas, el oficialista y continuista de la labor del actual mandatario, Jesús Luis Blanco; y Emilio de Alba, que ayer, en el último día de plazo y tras muchas dudas, presentó su candidatura. Lo hace sabiendo que sus opciones no son muchas por la forma en la que se ha compuesto la asamblea que el día 26 elegirá al presidente. "No tenemos claro que se haya hecho de la manera más moral; no digo que haya habido alguna ilegalidad, pero hay cosas que no entendemos".

Nada de eso le resta fuerzas para "luchar" por una federación más abierta, uno de los ejes de su programa, que tiene previsto presentar de forma oficial a lo largo de la próxima semana. Representando al Cáceres Ciudad del Baloncesto y a su cantera, el San Antonio, De Alba quiere "devolver" la federación a los clubs, "porque creemos que son ellos los que tienen que decidir las cosas, pues ellos son los que están en las canchas y los que conocen los problemas".

En ese proceso de apertura no se olvida de los árbitros, "porque son una parte fundamental y, desde nuestro punto de vista, pensamos que se les puede ayudar mucho más y hacer con ellos muchas más cosas de las que se hacen".

La transparencia "máxima" en todas las parcelas, económica, deportiva, competitiva..., es otro de los ejes de su candidatura. "Las decisiones no las tomaré yo, sino la junta directiva y después será la asamblea la que tenga que ratificarlas. Todo el mundo tiene que conocer lo que hacemos".

No cree Emilio de Alba que todo se haya hecho mal, pero sí algunas cosas. Y asegura que hay otras que no se hacen "y no sé por qué, pero mi intención es hacerlas".

Se declara sorprendido por el "maremágnun" de reacciones cuando mostró su intención de presentarse a la presidencia. "En las tres últimas elecciones nunca se ha cubierto el cupo de asambleístas y en esta hay más gente de la necesaria. Y eso llama mucho la atención", confiesa.