Alberto Contador está viviendo los preparativos para la gran carrera del Mundial, que se disputa mañana en Varese con Oscar Freire como líder de España, pendiente de su futuro. La crisis en el conjunto Astana, su equipo, ya es una evidencia. El mánager Johan Bruyneel sigue sin ponerse en contacto con su jefe de filas quien, a la vez, denuncia públicamente la falta de comunicación, impropia, a su entender, para un corredor como él que en 14 meses ha ganado el Tour, el Giro y la Vuelta.

Según el entorno del ciclista, la llegada de Lance Armstrong, causante del malestar del corredor, cogió por sorpresa a Bruyneel, quien no ha podido negarse a los deseos del campeón tejano de regresar a la competición y hacerlo a sus órdenes debido a los vínculos de amistad entre ambos. Esta situación ha enfriado la relación entre Contador y el máximo responsable del Astana. Bruyneel, que también se encuentra en Varese, ha preferido guardar silencio y se ha dado un plazo hasta el lunes para hablar con el corredor de Pinto.

Ayer, al término de la conferencia de prensa de la selección española, Contador realizó una nueva declaración en la que acentuó su línea crítica por la llegada de Armstrong al Astana. "Un corredor como yo, con tres grandes vueltas ganadas, no puede estar en esta situación. Ahora me gustaría que se pudiera hacer el balance del próximo año y ver qué ha hecho un ciclista y el otro", aseguró.

ARMSTRONG, GREGARIO En el entorno de Contador entienden que difícilmente Armstrong podrá recuperar la chispa que le llevó a ganar siete veces en París, razón por la cual no se tendría que cuestionar la jefatura del ciclista español en el Astana. "Si Lance tiene otros objetivos --añadió ayer Contador en referencia al Tour-- no deben existir problemas de convivencia".

Por esa razón, exigió para el próximo Tour de Francia un equipo totalmente entregado a su servicio. "Los ocho corredores que vayan conmigo al Tour deben saber que van a trabajar para mí. Un corredor con la ambición de Armstrong no vendrá para hacer de gregario". Así están las cosas.