Incontestable e incuestionable. Nadie ha osado interponerse en el camino de Alberto Contador durante los siete días en que se ha corrido la Vuelto del centenario. Hoy, en Pla de Palau, en Barcelona, el ciclista madrileño se impuso en la clasificación general después de la séptima etapa en la que el francés Samuel Dumoulin se impuso al esprint.

El miércoles, en Andorra, en la etapa reina, Contador "en un día en el que me sentí muy bien", tal como hoy ha asegurado, dejó la carrera resuelta a su favor. En las cuatro jornadas que quedaban, sin embargo, se tuvo que emplear a fondo ya que el Saxo Bank, su equipo, debió cortar cualquier fuga ya que con una general con muy pocas diferencias cualquier escapada podía resultar letal.

Leipheimer, enfermo

Leipheimer, enfermoLa nota más importante de la jornada dominical la ha protagonizado el estadounidense Levi Leipheimer, que ocupaba la segunda plaza de la general. El veterano ciclista del RadioShack, tercero en el Tour del 2007, con problemas gástricos, tuvo que pasar la noche del sábado en el hospital y luego no ha podido tomar la salida. El italiano Michele Scarponi, finalmente, ha ocupado la segunda plaza definitiva de la general.

"Os quiero dar las gracias a todos por vuestro apoyo porque no ha sido una semana nada fácil. He corrido como en casa y la victoria también es vuestra". Así, micrófono en mano, en el podio definitivo de la Volta, junto a la estación de Francia de Barcelona, Contador agradeció las muestras de apoyo que ha ido recibiendo esta semana, sobre todo desde que el jueves, que fue cuando se supo que Pat McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) había resuelto recurrir al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) la declaración de inocencia por dopaje dictaminada por la Federación Española de Ciclismo al no estar conforme con las "ingerencias políticas" que, según el dirigente, se habían producido en España.

La siguiente cita del tricampeón del Tour será la Vuelta a Castilla a León,última ronda por etapas que disputará antes del Giro.