El entrenador verde, Angel Alcázar, explicó tras el encuentro que su equipo tenía en la mano la primera victoria, "nos la habíamos ganado", dijo, pero reconoció que "hemos pecado de inocentes". "Fuimos superiores al Castilla y es una lástima que con tan poco nos hayan hecho tanto daño", se lamentó, a la vez que recalcó que la estrategia les ha vuelto a costar caro. Sobre la actuación arbitral indicó que estuvo demasiado duro con ellos, mientras que permitió más al Madrid, "al que en la primera parte le perdonó la expulsión de un jugador".Mientras, su rival en el banquillo, Alejandro Menéndez, se marchó feliz por "el empuje de mis jugadores".